Redacción. El presidente de la Asamblea Legislativa, Eduardo Cruickshank, reprochó que las políticas para combatir el contrabando son un fracaso y lo atribuye a la administración aduanera.
La razón de esa ineficiencia, según Cruickshank, está en que no existe control aduanero aplicado en el propio punto de ingreso, y en que las mercancías entran sin inspección física a partir de la declaración documental.
“La Dirección de Aduanas no hace su tarea, no aplica el control aduanal de forma oportuna, ni inmediata en el punto de ingreso”, advirtió el Presidente legislativo.
“Del total de las mercancías que ingresan al país, menos del 10% pagan sus impuestos al entrar; el restante 90% viajan a depósitos fiscales ubicados en el interior del país, con suspensión total de los tributos, lo que no sucede en otras partes del mundo”, agregó.
Cruickshank propuso que se establezca el control aduanal en el punto de ingreso y aseguró que la aduana costarricense “está en una zona de confort en el centro del país, de donde hay que sacarla”; porque de no hacerlo, los contrabandistas continuarán movilizando los 21 mil millones de colones, que se estima que movilizan al año y que representan el 20% del consumo nacional.
Las autoridades del Ministerio de Hacienda se defendieron ante los cuestionamientos del legislador y de la Contraloría General de la República que el servicio digital generará verificaciones de monitoreos mientras la exoneración se encuentre vigente.
Las exoneraciones que se otorgan pueden tener una vigencia de hasta seis meses en caso de ser genéricas, o por una única vez en caso de ser concretas.
En virtud de estos periodos, el procedimiento actual en los sistemas no incorpora validaciones de monitoreo del estatus tributario de los beneficiarios activos de las exoneraciones.