- Declaración no cayó nada bien en 31 grupos feministas representados con su respectivo logo en el documento.
Redacción – Una larga lista de colectivos feministas señalaron fuertemente a la ministra de la Condición de la Mujer, Cindy Quesada, debido a unas palabras utilizadas días atrás en la Asamblea Legislativa.
Lugar en el que se habría presentado la jerarca para comparecer ante la Comisión de la Mujer, grupo de congresistas ante el que se habría presentado el pasado 30 de junio.
Esto para atender las dudas de este órgano legislativo en cuanto en cuanto a los objetivos planteados desde el mencionado ministerio para los siguientes cuatro años.
Pero también en este espacio la ministra recibió preguntas de las legisladoras como, por ejemplo, sobre la elevada cifra de denuncias de mujeres contra agresores.
Tema en el que la jerarca terminó arrojando una frase que no cayó nada bien entre varios grupos feministas que así se lo hicieron saber por medio de una carta que le habrían enviado desde el pasado lunes y que compartieron con los medios de prensa ayer martes por la noche.
«Al final, lo que (la mujer víctima) quiere es que él cambie, porque todavía lo quiere. Probablemente, en algunos de los casos, el agresor también quiere a la persona, pero esta es la única manera que él conoce. Salvo ciertas patologías que tenemos, de sociópatas, que esos no hay nada que hacer, y es la manera en la que se han ido reproduciendo las relaciones de pareja», habría dicho Quesada ante la comisión.
Palabras que ocasionaron una fuerte reacción en 31 colectivos feministas que aparecen representados en el documento con su respectivo logo.
«Esta afirmación, contradice todos los estudios, investigaciones y trabajos que durante años se han realizado en referencia al análisis de la violencia de género perpetuada contra las mujeres en las relaciones de pareja. Esta afirmación es muy preocupante, porque reproduce el discurso machista del amor romántico que justifica la agresión. La violencia de género no puede ser entendida como un fenómeno o enfermedad fuera de las relaciones de poder y control que se reproducen en el orden social patriarcal, en una estructura con relaciones de inequidad, desigualdad, subordinación y opresión de género, raza, clase donde las principales afectadas somos las mujeres y cuerpos feminizados», apunta el documento.