Redacción- Un paciente crónico o cualquier persona que por algún motivo esté tomando un tratamiento, debe estar alerta para que los medicamentos no le falten durante estos días de fiesta.
El jefe de Farmacia La Botica, el Dr. José Carlos Vargas, señala que se debe hacer los cálculos y si ve que no le alcanzan para el mes, puede adelantar la compra y por supuesto, si se trata de productos de venta con receta, consultar al médico o al farmacéutico.
Así como las personas planifican un viaje o un paseo y elijen sitio, hotel y ropa, de la misma manera tienen que hacerlo con los medicamentos.
Y no solo garantizarse que los tendrá, sino también transportarlos en las condiciones apropiadas, es decir, no exponerlos a la luz ni temperaturas altas para que una reacción química no los haga perder el efecto o más bien dar un efecto secundario.
“Un paciente crónico por ejemplo con diabetes o hipertensión, sin sus medicamentos puede descompensarse y sufrir un pico de presión alta o una elevación del azúcar, que no solo lo podría llevar al hospital, sino incluso a la muerte”, dijo el Dr. José Carlos Vargas.
El especialista insiste en que el tratamiento es de suma importancia y es personalizado, así que no se trata de llegar a un sitio y pedir medicinas prestadas a un familiar o conocido, incluso existe el riego de que en otro lugar no encuentre los fármacos que toma, por eso, hay que prepararse responsablemente.
Por otra parte, todas las personas, pacientes crónicos o no, deben evitar mezclar medicamentos con licor, porque los efectos del fármaco se pueden potenciar o, por el contrario, desaparecer.
“Hay personas que dicen: hoy por ser un día especial voy a tomar licor y no voy a ingerir mis medicinas, pero esto es un grave error, pues, no es bueno interrumpir un tratamiento, principalmente, si el paciente padece de una enfermedad crónica. Lo importante es no tomar licor, y si aún quiere hacerlo hablar con el médico o el farmacéutico, para que analice su caso y le haga las recomendaciones”, dijo el Dr. Vargas.
El especialista agregó que, aunque comer en exceso no tiene interacción con los medicamentos, consumir en exceso productos con sal o azúcar, pueden hacer que los valores de un paciente con hipertensión o diabetes aumenten y que las dosis habituales de su tratamiento no le sean suficientes y pueda sufrir una descompensación.