(OPINIÓN) Viceministra Cañas, ¿y el gobierno del cambio?

Hace varios días, la viceministra de Energía, Irene Cañas, defendió a ‘capa y espada’ el decreto firmado por el presidente Solís que encarece la gasolina y beneficia a 90 empresas con un subsidio de asfalto, búnker y gas. Señaló que es una política del 2008 y por ello pidió cuestionar a los jerarcas de esa época.

Tomando como referencia esa ‘tarea’ que me mandó a hacer la señora Cañas durante la entrevista, puedo concluir en absoluto, que el gobierno de Luis Guillermo Solís y su gabinete engañó al pueblo costarricense, pues si sigue una política de 2008 que afecta a los costarricenses, no hay ningún cambio en el gobierno. No hay transparencia. No hay casa de cristal. No hay justicia para el pueblo.

La viceministra de Energía, en primer lugar, contradijo a su jefe, el ministro de Ambiente, Édgar Gutiérrez, quien dijo que el decreto era injusto, pero como ella fue la responsable de elaborar el decreto en enero y ser la ‘mamá’ de la gran idea de cargarle el subsidio a lo ticos, prefirió defenderlo y de forma insolente no contestó de forma clara ninguna consulta.

Su presidente dijo en campaña electoral que el gobierno sería de transparencia, de honestidad y que se antepondrían los intereses del pueblo ante cualquier otro; sin embargo, la viceministra refleja un actuar distinto, pues afirmó que no le importa que los costarricenses deban pagar 9 colones por cada litro de gasolina si ‘se están construyendo calles’. ¿Cuáles calles, señora viceministra? ¿En dónde vive usted? Los costarricenses llevamos años pidiendo actualizar la infraestructura vial, discúlpeme, pero si ver la realidad costarricense y clamar por las necesidades de un pueblo cansado significa que me falta un tornillo, me falta.

Como si no fuera peor, entre su enojo por los cuestionamientos de AMPrensa.com, la señora Cañas, funcionaria de todos los costarricenses, dijo que los 10 mil millones de colones que pagamos los ticos por mes para subsidiarle asfalto y otros productos a 90 empresas es ‘mínimo’, representa un espacio ‘pequeño’ en las estadísticas. Ello no parece ‘mínimo’ en la billetera de los ticos.

Me atrevo a decir que me queda completamente claro que el gobierno del PAC no es el gobierno del cambio, es el gobierno de lo mismo, pues si Cañas señaló que el decreto, además de que es una política del 2008, se firmó porque empresas privadas amenazaron con irse del país, entiendo entonces, que no les importa la billetera de los ticos cuando acuden a una estación de servicio a comprar combustible para su vehículo.