Redacción- Las protestas y la polémica se han hecho presentes en Brasil en los últimos días, un club fichó a un guardameta que recién salía de la cárcel por matar a su amante y dársela como comida a los perros, lo que ha hecho que miles de aficionados muestren su descontento con el equipo.
El Boa Esporte de Varginhas anunció el fichaje de Bruno Fernandes, el jugador reaparecía en los terrenos de juego tras pasar años en prisión, luego de ser condenado en 2013 a 22 años de cárcel por el asesinato de Eliza Samudio, su amante. El cuerpo de la joven nunca apareció y el jugador confesó ante el juez que el cuerpo desmembrado de Samudio fue arrojado a los perros por los autores materiales del crimen.
Fernandes alegó sentirse contento con la oportunidad y al ser consultado sobre cómo una persona como él podía jugar en un equipo de fútbol prefirió gueardar silencio.
Por otra parte, el presidente del equipo mencionó no sentirse arrepentido del contrato por dos años que le ofreció al jugador, tampoco del descontento de su hinchada y los patrocinadores, ya que incluso han perdido anunciantes.