Redacción- Por dedicar una importante parte de su vida a embellecer con sus esculturas en los árboles, al parque de Zarcero, la Comisión Costarricense de Cooperación con la UNESCO, rinde un homenaje a Don Evangelista Blanco.
Don Evangelista no solo hizo del centro de ese cantón un sitio bello y reconocido, sino que dio un aporte muy valioso al arte, la cultura y la historia de Costa Rica y por eso su labor se enmarca dentro de la filosofía de la UNESCO.
Nació en Zarcero, el 26 de octubre de 1938, en una humilde familia, era el tercero de seis hermanos y creció en un pequeño rancho de paja y piso de tierra. Desde pequeño mostró su habilidad para crear e inventar, hizo 3 casas para muñecas completamente amuebladas, inventó una nave espacial que utilizaba 14 baterías, que movían los motores, y encendía las luces.
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Asistió a la escuela hasta tercer grado, a los 9 años se vio obligado a dejar sus estudios para ir a trabajar y ayudar a su familia, sus primeros trabajos fueron en el campo, sembrando repollo y papa, a los 19 años empezó a trabajar como fontanero en la municipalidad. Alrededor del año 1965 se le pidió que sembrara algunas plantas en lo que, para ese tiempo era la plaza de Zarcero y hoy es el parque. Posteriormente, llegaron a sus manos arboles de ciprés, y de ahí le nació la idea de formar figuras con ellos.
Empezó con un elefante, luego hizo los arcos y así fue plasmando toda su creatividad y convirtiendo en famoso y único al parque de Zarcero, tanto a nivel nacional como internacional, recibió ofertas para ir a España, Japón, Argentina y curiosamente a Walt Disney Florida, para que plasmara su arte , pero él rechazó todas las ofertas para no alejarse del parque ni de su familia.
Hoy por hoy, Evangelista tiene 52 años de dedicarse al cuidado y creación de nuevas figuras, dice que son sus hijas amadas y espera cuidarlas hasta el último de sus días. Quienes lo conocen dan fe de la humildad y la perseverancia que los caracterizan.
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Este jueves 3 de agosto la Comisión Costarricense de Cooperación con la UNESCO le hará un reconocimiento a las 10 de la mañana en el parque de Zarcero y la Municipalidad de ese cantón ratificará su designación como Hijo Predilecto.
“Es para la Comisión de la UNESCO un verdadero placer rendir tributo a este hombre que lleva más de cinco décadas dedicado a cuidar y embellecer este parque, un sitio que ha servido para muchas declaraciones de amor, para mucho entretenimiento de los niños y que quedará plasmado en la historia del país”, dijo Rocío Solís, presidenta de la Comisión Costarricense de Cooperación con la UNESCO.
