Redacción – Si quiere tener una alimentación súper saludable, deliciosa y una buena figura esta información es para usted.

¿A escuchado sobre la dieta DASH? Este es un acrónimo sencillo para Dietary Approaches to Stop Hypertension (acercamientos dietéticos para detener la hipertensión en español) que se concentra en el balance, la moderación y no requiere alejarse de ningún grupo alimenticio.

En realidad se trata es comer sanamente, pero con un plan basado en la cantidad de calorías que necesitas consumir al día.

Esta dieta contiene planes para vegetarianos y carnívoros, pero se forma básicamente de muchos vegetales, granos enteros, proteínas y lácteos bajos en grasa y requiere que evite la sal y alimentos procesados, bebidas azucaradas y snacks.

Aunque suena sencilla y efectiva, ha sido calificada como la mejor dieta durante siete años seguidos por US New & World Reports.

Los principales beneficios de la dieta DASH es que disminuye la presión sanguínea y colesterol, pero  también favorece a la pérdida de peso.  

A continuación le brindamos seis razones para seguir la dieta DASH

ASEGURA QUEMAR GRASA

La dieta DASH se divide en dos fases. La primera, cuya duración es de dos semanas, quita en gran medida los carbohidratos y aumenta la proteína para ‘reeducar’ al cuerpo. Esto quiere decir que la energía que requiere su cuerpo la tomará de su reserva de grasa, no de los músculos (como la mayoría de las dietas fast track suelen hacer). En la segunda fase, se reincorporan los carbohidratos saludables para continuar con la pérdida de peso.

ES FÁCIL DE LLEVAR

Es innegable que cuando se esta en dieta, no hay peor pesadilla que salir a comer porque nunca hay nada para nosotros. Afortunadamente ésta es muy fácil de llevar, puesto que le enseñará a cuidar sus porciones y el valor nutrimental de las cosas que comes. ¡Además gracias a todos los libros publicados y foros de discusión, podrás encontrar cientos de menús listos para adaptarse a sus requerimientos nutrimentales!

INCORPORA TODOS LOS GRUPOS DE ALIMENTOS

Una de las cosas que es un gran error en la mayoría de las dietas, es su factor restrictivo. Por ejemplo, la típica dieta que se quita son los carbohidratos por completo y que tres semanas después le tiene alucinando pizzas dobles con extra queso. ¿Le suena familiar? La idea detrás de DASH es aumentar su consumo de verduras, frutas, cereales, carne blanca, lácteos, leguminosas, grasas (¡de las buenas!) y disminuir la comida chatarra al mínimo, los azúcares refinados y los alimentos procesados.

NO ES RADICAL

Para quienes auténticamente tienen que hacer un cambio radical en su alimentación para adentrarse en el mundo de la dieta DASH, existen varios pasos a seguir para que su cuerpo (y antojos) no lo resientan.

Por ejemplo:

  1. Añade una porción de verduras a uno de los alimentos que ingiere durante el día.
  2. Bájale a su consumo de carne roja. En lugar de comerla cinco veces a la semana, come dos y los otros opta por pollo, pescado o pavo.
  3. Para el azúcar clave después de comer, dile no al pastel y sí a la fruta fresca.

NO SE MORIRÁ DE HAMBRE

Este régimen requiere que consuma mucha proteína y demás alimentos ricos en fibra, lo que implica que en el transcurso del día se sienta más llena. Además tiene previsto un snack que puedes incorporar a cualquier hora que elijas para que su cuerpo mantenga un metabolismo acelerado. 

TE HARÁ SALUDABLE POR DENTRO Y POR FUERA

Promete disminuir el colesterol malo y aumentar el bueno, así como mantener un peso estable a la larga. Otra de las grandes ventajas de la dieta DASH es que es fácilmente adaptable para personas que sufren de diabetes, o bien, que desean incorporar platillos vegetarianos a su régimen alimenticio.

Además, el DASH está asociada con la disminución del riesgo de varios tipos de cáncer, enfermedades del corazón, infartos y la reducción del riesgo de desarrollar diabetes, por lo que es perfecta para su salud.

Los alimentos que debe incluir en su dieta para obtener los efectos de DASH son: lácteos bajos en grasa, café sin cafeína, aceite de olivo, frijoles, pescado y pollo (en lugar  de carne roja), frutas, vegetales, bayas y nueces.