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Redacción- La Iglesia Católica de Costa Rica mostró su posición sobre la así llamada “ideología de género” promovida por distintas instancias de Gobierno, entre ellas el Ministerio de Educación Pública a través de su “Programa de Estudio de Educación para la afectividad y sexualidad integral” con el propósito de adoctrinar en esta línea de pensamiento a los niños y jóvenes.

La iglesia destacó que se deben respetar aquellas personas de una orientación sexual no heterosexual y recordarles a toda la sociedad en general, su derecho a ser acogidas con respeto y delicadeza, evitando todo signo de discriminación injusta.

La Iglesia siempre respetará aquellas decisiones que cada persona tome en el ejercicio de su libertad.

Pero, tal y como lo manifiesta el Papa Francisco “una cosa es comprender la fragilidad humana o la complejidad de la vida, y otra cosa es aceptar ideologías que pretenden partir en dos los aspectos inseparables de la realidad.

La ideología de género, definida como “una nueva filosofía de la sexualidad” niega la diferencia y complementariedad entre varón y mujer, y así, “el sexo ya no es un dato originario de la naturaleza (…)  sino un papel social del que se decide autónomamente.”

Haciendo eco de las enseñanzas del Papa Francisco, la iglesia quiso destacar los aspectos de esta ideología que más les preocupa en el ámbito nacional:

  1. La ideología de género niega la diferencia y la reciprocidad natural de hombre y de mujer presentando una sociedad sin diferencias de sexo.

La diferencia y la complementariedad entre el hombre y la mujer, que están en el vértice de la creación, no es para la contraposición o subordinación, sino para la comunión y la generación, siempre a imagen y semejanza de Dios.

En contraste, las personas negando su propia naturaleza se reinventan según sus propios sentimientos y voluntad, negando a la  familia el  ser  una  realidad  preestablecida por la creación.    Y  al  no  favorecerse  el verdadero sentido de la maternidad querida por Dios, en la unión del hombre y la mujer, la prole pierde su dignidad de don para convertirse en un objeto al cual se tiene derecho.

  1. En la ideología de género la identidad humana viene determinada por una opción individualista, desvinculada de la diversidad biológica entre hombre y mujer.

Paradójicamente, se sabe que “la persona humana, según los datos de la ciencia contemporánea, está de tal manera marcada por la sexualidad, que ésta es parte principal entre los factores que caracterizan la vida del hombre.

Verdaderamente, en el sexo radican las notas características que constituyen a las personas como hombres y mujeres en el plano biológico, psicológico y espiritual, teniendo así mucha parte en su evolución individual y en su inserción en la sociedad” .

Por eso, la Iglesia invita a cada hombre y cada mujer a reconocer y aceptar su identidad sexual según su carácter genético  en contraste con esa doctrina que proclama la liberación de la persona humana de los presupuestos biológicos de su sexualidad, cayendo en el predominio del “género”.

  1. La ideología de género se impone como un pensamiento único que determina incluso la educación de los niños.

La familia, sociedad natural, existe antes que el Estado o cualquier otra comunidad, y posee unos derechos propios que son inalienables. Hoy a los niños, en la escuela se les enseña esto: que el sexo cada uno lo puede elegir. ¿Y por qué enseñan esto? Porque los libros son de las personas e instituciones que te dan el dinero. Son las colonizaciones ideológicas, sostenidas también por países muy influyentes”.

Lamentan que en el nuestro país el Ministerio de Educación Pública sea parte de la “imposición de este pensamiento único” al afirmar, entre otras cosas, que “la sexualidad no se vive bajo estándares normativos ni a través de esquemas rígidos, impuestos y homogéneos, sino que se expresa de formas diversas y a través de una amplia diversidad de identidades de género y orientaciones sexuales”.

  1. La ideología de género lleva a proyectos y directrices legislativas que atentan contra la integridad de la familia como institución natural.

La ideología de género, buscando espacios relevantes en el ambiente político, ha logrado promover proyectos y directrices legislativas que, como ha advertido el Papa Francisco, destruye a la familia al vaciarla de su contenido antropológico más profundo.  Así ha logrado su defensa y difusión a través de organizaciones internacionales como la OEA y la ONU que se han convertido en unos de sus principales canales de defensa.

En este sentido, también, expresan la preocupación por el Decreto Ejecutivo (D-40422) emitido por Don Luis Guillermo Solís Rivera, Presidente de la República, publicado en la Gaceta este 20 de setiembre y que emite normas que promueven abiertamente esta doctrina en nuestro país. Es evidente en una de las definiciones que incluye este decreto:

“Sexo asignado al nacer: esta idea trasciende el concepto de sexo como masculino o femenino. La asignación del sexo no es un hecho biológico innato; más  bien, el  sexo se  asigna al  nacer en  base a la  percepción que  otros tienen sobre sus genitales. La mayoría de las personas son fácilmente clasificadas pero algunas personas no encajan en el binario mujer/hombre”.

La sexualidad no puede ser definida por una ideología sino por una visión integral del hombre que busque el respeto de sus principios éticos y religiosos.