Redacción-Un niño quería un muñeco de peluche a toda costa: por eso se metió en la máquina expendedora en la sala de juegos de un restaurante, y allí quedó atrapado.
Afortunadamente, el bombero Jeremy House en su día libre también cenaba en el restaurante Beef O’Brady en Titusville, sobre la costa atlántica de Florida. Gritó que alguien llamara al 9-1-1 y sus colegas de una estación cercana le ayudaron a rescatar al pequeño Mason.
“Pudo entrar, pero evidentemente no podía salir por donde entró”, dijo el jefe de la estación, Gregory Sutton, a The Associated Press.
Mason aguardó sentado sobre los muñecos mientras los bomberos lo sacaban, proceso que tomó apenas cinco minutos.
Sutton dijo que el niño estaba avergonzado, pero ileso. La máquina sufrió daños menores.