Agencia. Al menos ocho departamentos de Nicaragua amanecieron este sábado como si fueran escenarios de guerra, luego de enfrentamientos violentos entre manifestantes y policías, durante las protestas contra el Gobierno de Daniel Ortega, que en 25 días han dejado más de 45 muertos.
Calles con barricadas, llantas quemadas, fachadas de casas con daños, instalaciones públicas quemadas y manifestantes alertas: todo esto es parte del ambiente que se vive en más de 10 ciudades del Pacífico y Norte de Nicaragua, donde los enfrentamientos duraron toda la noche.
Los departamentos donde se registraron los mayores hechos de violencia fueron Chinandega, Granada, León, Managua, Masaya y Rivas en el Pacífico, así como Estelí y Matagalpa en el Norte.
Mientras en las ciudades de Masaya y San Juan de La Concepción los enfrentamientos se mantenían al amanecer de este sábado, en Matagalpa la población celebró la expulsión de fuerzas de choque orteguistas y de la Policía Nacional.
Aunque los pobladores de las diferentes ciudades reportaron decenas de heridos de bala, disparadas supuestamente por los antimotines, hasta ahora no se han confirmado víctimas mortales.
Acción en el Distrito VI
La Alcaldía de Managua reportó que su delegación en el Distrito VI, al este de la capital, fue incendiada por “vándalos de la derecha”, mientras que los vecinos señalaron que el fuego fue planificado por la Juventud Sandinista y mostraron vídeos en los que trabajadores de la municipalidad aparecían sacando muebles y documentos de la sede antes del incendio.
En San Juan de La Concepción, Masaya, fueron quemados varios edificios públicos, así como la sede local del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), mientras que en Granada fue calcinado un camión cisterna, con señalamientos y circunstancias similares a las de Managua.
La de anoche fue una de las jornadas más violentas desde que iniciaron las protestas, e inició mientras los nicaragüenses celebraban el ultimátum de tres días lanzado por la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) al Gobierno, para que cese la represión e iniciar un diálogo nacional que saque al país de la crisis sociopolítica que atraviesa.
El presidente designado por el poder electoral, Daniel Ortega, aceptó la noche de este viernes las condiciones de la CEN, pese a lo cual los ataques policiales comenzaron minutos después.
Este sábado Nicaragua cumple 25 días de una crisis originada por multitudinarias manifestaciones, que iniciaron con protestas en rechazo a unas reformas a la seguridad social y que continuaron debido a los muertos a causa de la represión.
El Gobierno y el sector privado no tiene fecha de inicio, pero la Conferencia Episcopal (CEN) que participa como testigo y como mediadora, dio plazo hasta el mediodía del lunes para que Ortega dé pasos “creíbles” para la solución de la crisis.
Con información de La Prensa de Nicaragua.