Redacción- La final de la UEFA Champions League, entre el Real Madrid CF y el Liverpool FC, es el más claro ejemplo que las llamadas «Noches Mágicas» también pueden ser una pesadilla para algunos jugadores.

En este caso fue el turno del portero alemán Loris Karius, quien cometió dos errores de alta factura que terminaron influyendo de manera directa en el marcador final.

Durante el primer tiempo, el guardameta parecía que sería un obstáculo difícil para los atacantes Merengues, puesto que al cierre de la primera parte Karius tendría una extraordinaria intervención que le impidió a Cristiano Ronaldo enviar su cabezazo al fondo de los cordeles.

Pero esa gran intervención será olvidada en la historia de esta final, puesto que al minuto 51 el arquero bávaro cometería su primer error de alto calibre, al regalarle el balón al delantero francés Karim Benzema.

Con este gol, el francés se convierte en el primer jugador de dicho país en anotar en una final de Champions, desde que lo hizo Zinedine Zidane en el 2002.

A Karius, su compañero senegalés, Sadio Mané, parecía que lo salvaría de ese ridículo cuando marcó la paridad cuatro minutos más tarde.

No obstante, sobre el cierre del partido, y cuando Liverpool tenía que lanzarse al ataque para conseguir el 2-2, un remate desde fuera del área por parte de Gareth Bale se le termino escurriendo al portero quien cayo al césped frustrado del mal momento que estaba pasando.