Redacción – En condiciones deplorables y con ojos de esperanza, un perrito, aparentemente con el hocico quemado, con mal estado de su pelaje y piel apareció cerca de la casa de Adriana Álvarez en La Angelina de Cartago. El estado del animal era tan lamentable que ella decidió rescatar al perro y solicitar ayuda y atención veterinaria, pues se desconoce cuánto tiempo estuvo el canino en la calle con su cara desfigurada y con diversas lesiones en su piel.
El deteriorado y noble animal fue llevado al veterinario del doctor Óscar Robert de forma inmediata y decidió donar la consulta, pero los demás procesos médicos debían ser costeados por Álvarez.
«Él está de buen ánimo, es muy dócil. Cuando apareció casi no comía, pero ahora sí está comiendo con mucha gana», detalló.
Ella decidió iniciar una serie de campaña en redes sociales para conseguir una donación que cubriera, al menos, una parte de los gastos de la atención de quien ahora llaman Ursus.
Álvarez se había comprometido consigo misma en no ayudar a más perros porque se había saturado, pero cuando vio a este perrito con sus ojos de nobleza con un profundo sentimiento de dolor y auxilio, no lo pudo evitar.
«Hago público el caso porque considero que hay que crear conciencia en la tenencia responsable de mascotas y porque me entristece la indiferencia, es evidente que este perrito lleva meses en abandono. Yo me había prometido no ayudar más porque como todas las personas que ya ayudan me he saturado, pero al verlo perdí la paz»
Diagnóstico veterinario
El informe veterinario declaró que tenía infecciones en el cuerpo y se tuvo que rapar completamente. Además, para agravar su condición, le encontraron alambres metálicos enredados en su pelaje y gusanos en unos huecos que tiene por el ano. También, el veterinario cree que puede tener unos 9 años de edad.
El asunto con su hocico tiene que ver, aparentemente, con quemaduras con agua hirviendo o con algún tipo de ácido. Los expertos que lo atendieron también consideran la presencia de una posible enfermedad autoinmune. La casa cuna se encuentra a la espera de más detalles ante la consulta a un patólogo y ver qué tratamientos proceden.
El doctor asegura que el hocico ya no se le va a sanar pero las heridas sí. Los huecos en el ano van a cicatrizar y le mandó un spray que se tiene que poner dos veces al día. Además, le recomendó a Álvarez que le pusiera bloqueador en la cara, pues el sol le puede afectar a sus partes más expuestas y lastimadas.
Donaciones y ayuda
La raza del perro es Chow Chow, es una raza canina originaria del norte de China. La venta de un cachorro de esta clase ronda los ¢200 mil y un adulto cuesta unos ¢100 mil. Ahora, por el descuido y la falta de educación que hay en el país sobre este tema, se deben cubrir los gastos de los medicamentos, curación, el rapado en su piel y el baño terapéutico de tres horas de este pobre animal.
La rescatista solicitó ayuda a la grupo de amos de perros de esta raza en Costa Rica, donde recibió un apoyo que probablemente no se esperaba.
«Pedí ayuda al Club de Chow Chow Costa Rica y me han ayudado emocionalmente y en la parte económica de una manera increíble», mencionó.
La administradora de este grupo, Irina Martínez también le brindó ayuda en redes sociales, con la parte de las donaciones que son necesarias para garantizarle una mejor condición de salud.
«Muchísima gente se ha comunicado para colaborar, no sé los demás miembros de la asociación, pero a mí me han contactado al menos 250 personas para saber cómo ayudar», especificó Martínez.
Además, ella afirma que se está haciendo cargo de las cuentas en la clínica donde se atendió al perro pero igualmente solicita la colaboración de la ciudadanía para darle una mejor calidad de vida al canino, luego de sufrir abandono, negligencia y maltrato animal. Cabe destacar que el perro no está castrado y Álvarez espera poder castrarlo y vacunarlo para así mejorar su calidad de vida.
«Yo quisiera encontrarle un buen hogar, que lo vaya a querer el resto de su vida, que no lo abandonen. Yo ya tengo 12 perros entonces me ayudaría mucho encontrarle una buena familia», detalló.
Álvarez asegura que, además de las donaciones, lo que más le gustaría es encontrarle una casa permanente, donde le den todo lo que no tuvo producto de las agresiones y la insensibilidad de las personas que lo agredieron sin piedad alguna.
«Considero que encontrarle un buen hogar es lo más difícil dado el aspecto que tiene, que es muy intimidante como primera impresión, pero es muy noble y claro,que la familia le pueda dar un hogar, veterinario, que le tenga una camita, que lo chineen mucho, porque no quiero ni imaginarme cómo ha pasado con la carita quemada todo el tiempo que ha pasado abandonado», recalcó.
Cinco personas se acorazonaron y le han donado en total 29 mil colones y alguien más hizo una colaboración grande, incluyendo la comida mientras el perro se queda en la casa cuna.
«Un muchacho que se llama Leo me donó 30 mil colones y me trajo dos sacos de alimento para Ursus», comentó la rescatista.
La factura alcanza los ¢63 mil 500 sin contar lo que quede por responder para este perrito en estas condiciones.
«Se siente bien no estar solo en estas luchas contra el maltrato animal. Su aspecto es intimidante, pero si uno logra verle los ojos ve la nobleza que existe más allá de lo físico. Me imagino que eso lo deben saber muy bien las personas quemadas o desfiguradas», publicó Álvarez en su perfil de Facebook.
Las personas que deseen colaborar pueden hacerlo a través de la cuenta en colones del Banco de Costa Rica: 001-1403606-1, la cuenta Sinpe:
15202001140360613 y la cédula de Álvarez es 1988813.
En Costa Rica, el 11 de junio de 2017 se firmó la a Ley Contra el Maltrato Animal que nace una como una iniciativa popular que modifica la Ley 7451 de Bienestar de los Animales de 1994, donde se decreta que en las instituciones y las familias, se debe fomentar el respeto y la responsabilidad que tienen los ciudadanos con respecto a los animales, su cuido y protección, así como garantizas las condiciones básicas para el bienestar de ellos.
Es decir, si se encuentra a la persona responsable de este acto atroz y se ponen las respectivas denuncias con las autoridades, se podría penalizar de forma legal.