Redacción – El Gobierno de la República afirma que mantiene puertas abiertas al diálogo sin condicionamientos con el sector sindicalista, pero este, luego de una jornada de más de ocho horas de negociación, decidió levantarse de la mesa y romper el diálogo, pese a que el gobierno se mostró anuente a analizar la posibilidad de desestimar la ilegalidad de la huelga del pasado 25 de junio, a solicitud de los sindicatos.
Con esto, el vicepresidente, Marvin Rodríguez, declaró que «se debe reponer el tiempo no laborado en la pasada huelga, por respeto a la ciudadanía que paga los salarios de todos los empleados públicos».
La postura del Ejecutivo fue pedir a la Unidad Sindical que entregaran un documento oficial donde establecieran un plan para la reposición de las horas no trabajadas durante la pasada huelga. Ante esto, los representantes del sector sindical se mostraron poco receptivos y tomaron la decisión de finalizar la sesión.
Rodríguez fue enfático en que estos espacios se deben mantener y que, el Gobierno seguirá con la posición de dialogar, sin condiciones, para buscar el beneficio de la ciudadanía. “No vamos a abandonar por ninguna razón los espacios de diálogo que siempre nos han caracterizado y que el país necesita”, expresó.
Además, agregó que, el Gobierno está anuente a negociar, y esto se ve claramente en la apertura que ha tenido el Ejecutivo en poner el proyecto de Ley 20 580 sobre la mesa y en la agenda de discusión.
Sin embargo, los sindicatos llegaron a un punto de inflexión en el cual, exigen la desestimación de la declaración de ilegalidad de la huelga sin acceder a reponer las horas que no laboraron ese día.
“Estamos dispuestos a analizar este punto, sin embargo, les pedimos que nos presenten un plan en el que nos muestren cómo van a cumplir con las horas que no laboraron y ellos no quisieron acceder a esto”, declaró Rodríguez.
Rodríguez fue el Secretario General del Sindicato de Trabajadores de la Educación Costarricense (SEC) y bajo su guía se firmó, en 2013, la Convención Colectiva con el Ministerio de Educación Pública. Con esto, lograron una serie de privilegios como licencia de paternidad, licencia de 24 meses por maternidad, un bono para cada maestro, entre otros. Dicha convención colectiva le cuesta al MEP cerca de ¢6.000 millones anuales.
Pero además Rodríguez fue uno de los grandes líderes de la huelga de maestros que recibió a Luis Guillermo Solís en sus primeros días como presidente y que se extendió durante casi seis semanas.
Rodríguez también ha estado en contra de recortar los privilegios y modificar las Convenciones Colectivas. En 2015, aseguró que “Estamos listos para que en el momento en que en la Asamblea Legislativa se inicie la discusión de un proyecto que cercene los derechos de la clase trabajadora, inmediatamente tomaremos medidas”.
Marvin Rodriguez actual vicepresidente, curioso como la plata lo cambio de bando…
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