Minor Araya Salguero

Especialista SWAT – Ex jefe SPII OIJ


Hace muchos años (80’s, 90’s) comúnmente al investigador judicial le era asignado un revólver 38 spl, a veces con funda y a veces no. La costumbre: portar el arma corta pegada a uno de los glúteos, prensada con el pantalón y faja.

Aquello era un espectáculo, principalmente, cuando había que rodar por el suelo en una detención; el arma terminaba -con suerte- alojada junto al tobillo, imagínense sin ese grado de suerte…

Con el pasar del tiempo, el OIJ mejora en muchos aspectos, siendo la portación del arma y sus múltiples cuidados algunos de estos. Pero, aún falta.

Algunos agentes, desafortunadamente, piensan que el que porta “placa y arma” tiene la ventaja en todo aspecto; esta es una terrible y peligrosa apreciación que, en algunas personas, provoca la muy traicionera inexperiencia.

El policía puede pecar por comisión, como por omisión. Mejor aún, el policía debe multiplicar su precaución al hacer algo o dejar de hacerlo en función de su puesto e incluso, en su vida privada.

El agente judicial debe procurar un comportamiento intachable en cada aspecto de la vida por cuanto el hecho de portar una placa y un arma de fuego puede dejar al orgulloso portador -cuando el indeseable yerro o mala apreciación son ingredientes del desempeño- en un angustioso y costoso predicamento.

La bravuconada y el exhibicionismo al policía no deja otra cosa que sollozos y pérdidas indeseables.

En Limón, en 1992, luego de una detención mi revólver de seis recámaras (cuyo cilindro siempre reñía con mi nervio ciático) no lo pude encontrar cuando lo necesite porque durante un forcejeo quedó alojado en el ruedo de mi pantalón.

Pasado el gran susto, al fin me cuestioné esa, nada funcional, forma de llevar mi arma.

 “¿Por qué portamos el arma así, casi en el trasero?” -pregunté a uno de mis colegas – “Compa, para que se nos vea el cohete, para impresionar…”, me respondió aquel veterano oficial.

 Por supuesto, no me convenció y aunque en ocasiones la altanería irremediablemente se apoderaba de mí, las facturas que esta pasaba me hacían menos estúpido con cada día que pasaba en mi carrera.

Aquel muy peculiar estilo, casi me cobra la vida. Ciertamente aquel primer instructor de armas de fuego que tuve en el OIJ, Don Manuel Alvarado, bien nos enseñaba cómo portar el arma reglamentaria; no obstante, la costumbre, la ignorancia y manías de la calle, eran definitivamente influyentes.

No importa si es revólver o pistola para el policía puede ser el único salvavidas disponible en un vasto mar por lo que, este tipo de herramienta, debe portarse y utilizarse con conocimiento, responsabilidad y respeto.

El investigador judicial normalmente debe portar su arma asignada siguiendo el principio de lo razonable, de la objetividad.

  1. Utilizar una funda adecuada al arma, una con un seguro adecuado de desenfunde.
  2. Portar el arma en su funda y expuesta en el área de la cintura, en el lado fuerte del tirador.
  3. Portar al menos un cargador extra, en el lado débil o menos fuerte del tirador.
  4. El arma puede portarse sujeta al cuerpo y, bajo condiciones especiales, oculta totalmente, pero en su funda especial de manera tal que impida su pérdida por falta de sujeción.
  5. Otros accesorios, que no sean una funda adecuada al arma de fuego (bolsos contenedores de diferente tipo y nombre), no son de prudente  recomendación por cuanto el criminal no debe ser considerado estúpido. El arma, bajo condiciones especiales, puede portarse sujeta al tobillo, en el tanto posea su funda correcta.
  6. También bajo condiciones especiales el arma corta puede utilizarse no a la altura de la cintura, sino con bajo perfil (sujeta a la parte alta de la pierna).
  7. Para el Policía, siempre es recomendable un arma de soporte (back-up), una que se porta totalmente oculta. Para Mike Wood(California Highway Patrol), las “Armas de respaldo: póliza de seguro de un policía” (2018).
  8. Un policía, bajo condiciones normales y especiales, porta su arma limpia y debidamente aceitada y, en condición de percusión.
  9. El agente, fuera de servicio, puede seguir las condiciones antes mencionadas a excepción de: A. No portar el arma de fuego estando esta en condición de percusión; es riesgoso hasta para la custodia. B. Portar el arma de fuego de manera oculta; la clandestinidad no es el objetivo, el respeto por el ciudadano y la vida, si lo son.
  10. Portar las credenciales y los permisos de Portación de Armas de Fuego respectivos y vigentes
  • El razonamiento técnico de lo anterior citado, por razones obvias se reserva –

Pero lo más importante de todo es la responsabilidad con la que se debe portar un arma de fuego. Ser un agente judicial del Organismo de Investigación Judicial, es motivo de honor y este no debemos regalarle, menos venderle.

Representar dignamente a una de las mejores Policías Científicas de Latinoamérica no es algo fácil siendo, por ende, asunto y obligación diaria ofrecer y expresar, un profundo respeto por la investidura y a aquello que esta sirve: a todo ciudadano sin distinción.

Atención a la lectura, al respetuoso pero asiduo consejo que en esto llamado Policía “Al mejor mono, se le cae el arma”.

Junio 2 2018, Denver, Colorado. Un agente del FBI de unos 29 años de edad está en un bar (Mile High Spirits) y se inclina por aceptar bailar para todo aquel que estaba presente.

La composición musical no era precisamente una balada; el novato al dar una vuelta en el aire de 360° (al mejor estilo de celebración de Miroslav Klose) se le desprende su arma de fuego (una pistola que llevaba oculta y al antiguo estilo del OIJ), esta cae violentamente al suelo y aquel, su único responsable, sonrojado y apresurado le toma por el gatillo disparando, consecuente y negligentemente una bala.

El proyectil se aloja en la pierna de uno de los presentes, uno al que con un torniquete, otro cliente milagrosamente salva la vida. El tirador, prácticamente huyó del sitio y de su responsabilidad.

Luego, lo justo: al acróbata tirador finalmente lo identifican como tal, como un Agente Federal y le arrestan una semana después de la desgracia. Y, más justicia: los dueños del bar declararon que “el cliente que recibió un disparo es bienvenido a tomar bebidas gratuitas para siempre en el bar” (NEWS4).

A pesar de todo, el exhibicionista policía tuvo suerte ya que, a pesar de que su disparo impactó directamente una arteria principal del otrora risueño espectador, éste sobrevive a su herida; los cargos pudieron haber sido más graves, por homicidio.

No importa si se es Agente del FBI o del OIJ, todos deben guardar un profundo respeto por las armas de fuego que portan y cuando las porten, deben comportarse como lo que son, Agentes Federales y Agentes Judiciales de Investigación, respectivamente, no payasos irresponsables.

La bravuconería también es una payasada; dicen que “todos encontramos tata en las calles”. Una conducta profesional, es la llamada al éxito; evita la atracción y confrontación de problemas innecesarios.

Investigadores judiciales, admiramos su trabajo, les respetamos mucho, tanto como a la gran institución que representan; a ustedes un último consejo, uno muy útil a la supervivencia policial: “Cuando hay duda, preguntar al que más gana”.  La cadena de mando es vital, hay que respetarla y hacer que esta funcione adecuadamente.

Y, no olviden la humildad, esta puede ser un arma maravillosa, debido a su capacidad disuasiva.

 

3 COMENTARIOS

  1. Estupendo comentario, que me hizo rememorar mis primeros pasos como investigador judicial. En aquellos años, a algunos la experiencia ajena y el sentido común propio, ante la falta de instructores con conocimientos modernos, nos ayudó a mejorar nuestra portación del arma y también su utilización. Tuvimos la oortunidad entonces, de pasar nuestros conocimientos empíricos en la materia, a otros compañeros de generación.

    • Excelente análisis, siempre hay que tener presente que según como portes tu arma,es sinónimo de prestancia, profesionalismo, y capacidad de respuesta,los tiempos cambian,y con ello las técnicas también..

  2. Excelente análisis, siempre hay que tener presente que según como portes tu arma,es sinónimo de prestancia, profesionalismo, y capacidad de respuesta,los tiempos cambian,y con ello las técnicas también.

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