Fernando González, Jilma Rodríguez, Juan José Anchía y Santiago Aplazar son algunos de los promotores de esta gran obra social.
  • Los servicios que ofrece esta funeraria de Atenas son hasta un 50% más bajos debido a que no se trata de un negocio con fines de lucro

Redacción. Todo comenzó hace más de 30 años, cuando una familia pobre de Río Grande de Atenas no tenía como sepultar a uno de sus miembros. Aquella triste noticia llegó a oídos de Fernando González, un hombre que trabajaba en ese entonces para la Cruz Roja.

En la mente de don Fernando quedó aquella situación dando vueltas en su cabeza, pues sentía indignación. No entendía como un vecino de su pueblo no podía ser enterrado dignamente.

Con ese pensamiento se fue a su casa y de anoche, don Fernando, afirma haber visto una luz sobre él. Esa experiencia lo llevó a forjar lo que hoy es la Asociación de Desarrollo Específico Pro-Funeraria Comunitaria, más conocida como la Funeraria de Atenas.

Junto a su amigo Marco Aurelio Bermúdez comenzó a buscar fondos para ayudar a las familias pobres que sufrían la partida de un pariente. Aquella gran obra tuvo poca aceptación en un primer intento.

“Comenzamos a mandar cartas a algunos comercios pidiendo donaciones, pero solo uno nos ayudó. Nos dieron un cheque por ¢3 mil que al tiempo usamos para ayudar a una familia que nos buscó para pedirnos ayuda porque no tenían para enterrar a uno de los suyos. Ahí se fue todo el dinero”, recuerda don Fernando.

Después de eso, enviaron más cartas pidiendo donaciones, pues la gente del pueblo ya los buscaba más para pedirles ayuda. Esta vez hubo una mejor respuesta.

Con el dinero que les donaron, compraron seis ataúdes para comenzarle a dar forma a la funeraria.


Aunque la funeraria se ubica en Atenas, da servicios en todo el país. Para contactarlos puede llamarlos al 2446-3449 o buscarlos en Facebook aquí: Funeraria Atenas


El 22 de marzo de 1986 se realizó el primer comité para darle formalidad a aquella gran idea de don Fernando. En salón de la Cruz Roja se tenían los ataúdes.

Tiempo después, se mudaron al colegio viejo, pero por el terremoto de 1990 tuvieron que dejar el edificio. Eso los obligó a construir una primera oficina, pero era tan pequeña que solo cabían tres cajas de cada lado. Se vieron obligados a regresar a la Cruz Roja.

Poco a poco, fueron apareciendo otros vecinos que querían ayudar. Uno de ellos fue Santiago Alpízar, quien recuerda como sufrieron constantes rechazos.

Recuerda como en una ocasión hasta los féretros se les mojaron por la falta de un lugar adecuado. Hoy, ve todo como un sueño hecho realidad, en donde a punta de venta de números hicieron crecer una asociación que tiene como único fin ayudar.

Es por ese motivo que el costo de un funeral con esta asociación cuesta hasta un 75% menos que en cualquier otro lado, ofreciendo los mismos servicios: transporte, capilla, carrozas, decoración, patología y otros más.

Una serie de sacrificios vivió en sus inicios esta funeraria que hoy recoge los frutos, no para generar ganancias, sino para seguir ayudando a todos los atenienses.

En 1998, la Municipalidad les donó el terreno que hoy ocupan. “La gente de Atenas ya se dio cuenta que esta funeraria no es solo para pobres. Aquí atendemos a todos por igual, con un servicio de excelencia”, dice Juan José Anchía.

Jilma Rodríguez llegó en el 2006 a la asociación y se encargó de ordenar las finanzas, pues mucha gente quedaba debiendo a pesar de los bajos costos.

Ella se puso como meta comprar una carroza fúnebre y en el 2017 lo lograron.

Sin duda alguna, son todo un ejemplo a seguir.

1 COMENTARIO

  1. Un origen muy similar al de otras muchas Mutualidades sin ánimo de lucro, como puede ser la nuestra.
    Desde nuestra entidad, la Mutualidad Funeraria de Trapagaran en el País Vasco, un saludo, enhorabuena por el trabajo realizado y mucho ánimo.

Comments are closed.