Redacción- El futuro de las pruebas de bachillerato es incierto. El ministro de Educación Pública, Édgar Mora, ha manifestado en reiteradas ocasiones, su deseo de presentar una propuesta para la eliminación definitiva de los exámenes, es decir, que estos ya no sean requisito para graduarse de quinto año.

Una iniciativa apoyada por la fracción del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) tal y como lo afirmó uno de los legisladores de esta bancada, Rodolfo Peña, en Plenario esta semana.

“Iniciaremos la lucha por eliminar los exámenes de bachillerato.

Un estudiante obstaculizado en el crecimiento profesional es un potencial de desempleo y hasta a veces de delincuencia en las calles de este país. El mismo sistema dice que el mayor porcentaje de deserción estudiantil a nivel colegial está en el décimo año y no podemos continuar favoreciendo este tipo de obstáculos en el crecimiento de los estudiantes”, expresó Peña.

Según Peña, el bachillerato no mide el nivel de aprendizaje de un estudiante, pues se trata de una prueba «memorística». Asimismo indicó que aunado a este problema, está la baja calidad de los docentes, factor que ha debilitado el sistema educativo.

Por otro lado, expertos del Estado de la Educación indican que someter a los estudiantes a este tipo de pruebas es esencial para medir el nivel de aprendizaje adquirido durante los últimos cinco años lectivos cursados.

La coordinadora general del Informe del Estado de la Educación, Isabel Román Vega, considera que el bachillerato es esencial para asegurar que los educandos adquirieron los mínimos conocimientos que la sociedad espera que obtenga. Además, indica que el problema que enfrenta el sistema educativo actualmente no se debe a esta prueba, sino a la desigualdad que existe dentro de este.

«El examen de bachillerato es una prueba estandarizada que busca asegurarse que los estudiantes obtuvieron los mínimos conocimientos que la sociedad costarricense está esperando que obtenga en el sistema, sin embargo, el sistema es muy desigual pero no es un problema del examen, sino del sistema. No podemos ‘cobrarle al termómetro, el problema de la enfermedad'», señaló. 

Román indicó que es necesario erradicar la desigualdad para poder determinar que medidas se deben implementar en el caso del bachillerato. Sin embargo, fue clara en señalar que, en caso de que la prueba sea eliminada, no existiría una forma para saber qué están aprendiendo los estudiantes y por ende, las suficientes herramientas para mejorar el sistema.

Lo que sí es seguro es que las pruebas se realizarán este año. El periodo de exámenes está programado para iniciar el próximo 30 de octubre.

AM Prensa intentó comunicarse con el ministro de Educación para profundizar en este tema; sin embargo, luego de varios intentos de contactarlo, no se logró la entrevista al cierre de esta edición.