Foto: Radio La Primerísima

Redacción- En Escazú 28 personas fallecieron por el deslizamiento en el Cerro Pico Blanco, otras 22 personas murieron por el terremoto de Cinchona y 3 personas fallecieron luego de ser alcanzadas por el flujo piroclástico del volcán Arenal.

Las tres reseñas mencionadas son solo una muestra de los efectos que pueden tener los eventos naturales sobre la vida humana, sin mencionar las afectaciones sociales y económicas que traen consigo. Basta con recordar las consecuencias que dejó el paso del huracán Otto por el país, con 10 personas fallecidas y grandes daños en infraestructura, agricultura y ganadería, así como pérdidas económicas en sectores como el turismo.

Particularmente, Costa Rica es un país de alta sismicidad, expuesto al paso de huracanes, con zonas geográficas propensas a deslizamientos e inundaciones y con una actividad volcánica constante. Además, se deben agregar otros eventos relacionados con la intervención del ser humano, como incendios, derrames de materiales peligrosos y contaminación por sustancias tóxicas.

Pero, ¿cómo prevenir una eventual situación de emergencia si desconocemos cuán seguro es el lugar donde vivimos, trabajamos o estudiamos? Para ello, pronto se habilitará una plataforma digital con 120 capas de información sobre todo el territorio mesoamericano, donde el usuario podrá observar, con sumo detalle, si su lugar de residencia está atravesado por una falla geológica o expuesto a inundaciones o deslizamientos, entre otros datos.

Se trata de una herramienta elaborada por la Red Mesoamericana para la Gestión Integral del Riesgo, integrada por México, Belice, Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, República Dominicana y Colombia, mediante la cual se procura salvaguardar la vida de los 230 millones de habitantes de esta región.

De acuerdo con Carlos Ugalde, coordinador del proyecto de Fortalecimiento de la Gestión Pública Urbano Territorial del TEC, “esta Red es de vital importancia porque trabaja sobre el tema de la prevención en una zona sumamente propensa al impacto de huracanes y con altos niveles de vulnerabilidad y fragilidad ambiental”. En este sentido, explicó que el objetivo que se persigue es crear territorios organizados, que tengan conocimiento, para crear ciudades resilientes a los desastres.

Para ello, la Red busca fortalecer las capacidades de las instituciones relacionadas con la gestión del riesgo y protección civil, mediante el establecimiento de una plataforma geoespacial armonizada que facilite el intercambio de información sobre amenazas, vulnerabilidades y riesgos, así como del cambio climático.

La herramienta se colocará en una plataforma basada en estándares de fácil acceso, que podrá ser consultada como insumo para los análisis de información y la toma de decisiones en cada uno los países. Se espera que este flujo de información contribuya con las instituciones gubernamentales encargadas de la protección civil y de la gestión de desastres, así como con instituciones responsables del desarrollo y de la seguridad de las personas, los bienes y las actividades productivas.