• En el 2009 recibió un impacto de bala que le inflamó la médula espinal
  • Tiene más de 16 mil 800 seguidores en Instagram

Redacción – El 2009 fue un año que marcó su vida para siempre. Aunque los doctores y especialistas le aseguraron que él no iba a volver a caminar, demostró ser todo un guerrero.

Se trata de Esteban Chavarría, un joven costarricense de 28 años que día a día lucha contra las adversidades. Hace 9 años y medio tuvo un fatal accidente: le dispararon. La bala rozó su médula espinal, pero él, con muchas terapias y disciplina, logró levantarse de la silla de ruedas.

Aunque tuvo complicaciones al inicio, ahora demuestra ser un ejemplo a seguir. Marcas internacionales se interesan en él y muchos negocios locales lo buscan para trabajar en conjunto.

«Esteban es un guerrero, es un luchador. Llegué desde lo más bajo, desde cuando me dijeron que no me iba a volver a levantar de esta silla», destacó a AMPrensa.com.

Su situación era crítica, pero él supo romper las barreras y demostrar que sí podía. Además de desempeñarse como modelo en la actualidad, también colabora en una empresa familiar.

Pese a que algunas personas no creyeron en Chavarría, él tuvo una única oportunidad que lo lanzó a cumplir sus sueños. El experto en moda, Johnny Murillo, le hizo su primera sesión de fotos para la revista Infame de moda para hombres.

El ahora modelo y embajador de marcas tiene más de 16 mil 800 seguidores en su Instagram y ahí se encarga de motivar a las personas que pasan por momentos difíciles. Y con respecto a esto último, también da charlas de motivación y de vida.

«La gente me sigue porque ha visto mi esfuerzo. Cuando me levanto me tomo una hora, si tengo tiempo, o algunos minutos para caminar por mi casa como forma de terapia», comentó.

La bala que le cambió la vida

Fue el martes 8 de setiembre del 2009 cuando iba camino a su casa en carro tras jugar fútbol con su equipo. Llegó a la calle de su casa y, al doblar en la esquina, se topó con cuatro sujetos que lo acorralaron. Aunque él intentó escapar, todos empezaron a disparar. Al final, había uno detrás de él apunto de dispararle.

«Donde volví a ver otra vez, ya tenía a un tipo a la par mía. Él fue el que me disparó, la bala me pasó de lado a lado, tocándome la médula. Inmediatamente dejé de sentir las piernas, solo moví la manivela y choqué contra un poste y una casa. Eso es lo último que me acuerdo. Después me desperté en la ambulancia», comentó

En su testimonio, Chavarría cuenta que estuvo muy cerca de la muerte, pues incluso le aseguraron que murió por unos pocos minutos por la cantidad de sangre que perdió  y ahí escuchó una voz.

«Cuando yo me fui, Dios me dijo «volver no va a ser lo mismo», pero yo quise volver y desde esa noche comenzó mi lucha», explicó.

Además, él asegura que, cuando Dios le habló, fue una luz brillante que se le acercó y le habló, pero lo llenó de mucha esperanza.

Tras su accidente y las múltiples terapias, este joven vio el desfile de Mercedez Benz Fashion Week Nueva York. Ahí modelaron dos jóvenes, uno en silla de ruedas y otro con una amputación. Ahí decidió que él quería hacer lo mismo.

Gracias a su esfuerzo y perseverancia, los de Mercedes Benz Fashion Week San José lo buscaron para ser el primer modelo en silla de ruedas. Ahí fue cuando modeló en la pasarela más importante de la capital.

Ahora, Chavarría trabaja en hacer actividades sin ninguna barrera. Maneja, hace ejercicio, trabaja y hace todo lo que una persona haría con sus piernas. Por ejemplo, se sube de a su carro y se baja él solo y sin ayuda alguna.

En Costa Rica, un 10,43% de la población padece de alguna discapacidad física. La mayoría tiene poca o ninguna oportunidad laboral. Para el año 2014, la Organización Iberoamericana de Seguridad Social (OISS) publicó un informe donde señala que, en el país, únicamente el 23% de las personas con discapacidad de entre 15 y 60 años tiene trabajo.

El 65,3% del total de la población está desempleada. Eso fue parte de lo que motivó a este guerrero para moverse por sí solo, generar ingresos y no permitir una adelantada vejez sin haber hecho lo que cualquiera haría.