- Rojiamarillos triunfan cómodamente 3-0 ante Carmelita.
Redacción- Asociación Deportiva Carmelita y Club Sport Herediano disputaron su partido de la décimo sexta fecha en un frío y vacío Fello Meza.
La dinámica de los primeros minutos presentó a un Herediano volcado completamente al ataque ante un equipo carmelo resguardado en propio terreno.
Conforme se desarrolló el juego, el equipo florense siguió demostrando su dominio en el partido.
La insistencia en ataque de los rojiamarillos se vio recompensada en dos ocasiones; al minuto 23 y al 26.
Christian Reyes abrió el marcador en el área pequeña tras un centro de tiro libre de Randall Azofeifa con dirección a la cabeza de Aldo Magaña, quién no pudo rematar pero afortunadamente para los visitantes, el rebote lo pudo finalizar Reyes.
El segundo gol también vino por medio de táctica fija, pero esta vez desde el tiro de esquina. Un balón caprichoso se paseó por toda el área pequeña de los locales y tras un doble cabezazo, Salazar pudo concretar prácticamente debajo del marco de los carmelos.
La desesperación de los locales pareció relucir a los 36 minutos cuando el delantero, Nextaly Rodriguez, vio la tarjeta roja por acumulación de tarjetas tras una barrida desmedida contra Luis Díaz.
El segundo tiempo empezó con un infortunio para el zaguero carmelo Carlos Montenegro, quién anotó en contra el tercero para los florenses.
El mexicano Aldo Magaña tuvo la oportunidad de lapidar aún más el partido por medio de los 11 pases pero una mala técnica del delantero evitó que el marcador fuera más abultado.
Una vez más Magaña desaprovechó un balón suelto en el área pero el buen cierre de la defensa carmela le impidió al mexicano celebrar el gol que tanto buscó durante todo el partido.
De esta forma, el actual campeón nacional no da su brazo a torcer y envía un fuerte mensaje contra sus detractores demostrando que aún puede meterse en zona de clasificación pese al pésimo arranque del torneo.
Por su parte, los locales se enfrentan a una situación muy complicada en el que el fantasma del descenso comienza a perturbar los sueños de sus jugadores y a desesperarlos en cada partido.