- Hongo se reproduce en la piel, órgano por donde estos anfibios respiran
Redacción – Este es el patógeno que más daño le ha causado a la biodiversidad en la historia. Se trata de un hongo que , durante 50 años, infecta a las ranas hasta pararles el corazón. Este se ubica en la piel en la piel, por eso, se ahogan y mueren.
Bajo el nombre científico, Batrachochytrium dendrobatidis ha exterminado a 501 especies de ranas. Este se almacena y reproduce en la piel de los anfibios. Como ellos respiran por su piel porque es como su pulmón, se quedan sin respirar y no permite el fluido del agua, por lo que ellas mueren llenas de costras.
Este peligroso hongo es originario de Asia, donde las especies locales parecen no verse afectadas.
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De acuerdo con el medio internacional El País, los resultados de una investigación muestran el declive de 501 especies a causa del hongo y es una estimación conservadora, lo que aumenta la posibilidad de que muchas otras también se estén viendo afectadas, según dice el ecólogo de la Universidad Nacional Australiana y coordinador del estudio, Ben Scheele.
«Otros patógenos de la vida salvaje también han provocado declives, pero ninguno en la escala del quítrido de los anfibios», añadió.
Sapo dorado en Costa Rica se extinguió
En este trabajo han participado más de 40 científicos, algunos son los mayores expertos en anfibios y sus enfermedades. Sapos y salamandras también se ven afectados
En cifras, de las quinientas especies afectadas, la cuarta parte ha perdido el 90% o más de sus poblaciones. Otras 90 especies han desaparecido. La letalidad del hongo es tal que algunas, como el sapo dorado en el bosque de Monteverde en Costa Rica, se extinguió tres años después de las primeras infecciones.
La enfermedad que provoca el hongo se llama quitridiomicosis y ya está presente en hábitats de 60 países, según los resultados del estudio, publicado en la revista Science.
Las regiones con más especies afectadas son Australia y, en especial, América Central y del Sur. Salvo un posible caso en América del Norte, las latitudes septentrionales están escapando de las extinciones. De África no existen muchos datos y eso es lo preocupante.
Aunque algunos tratamientos se han demostrado eficaces en anfibios en cautiverio, la bióloga de la Universidad de Reno en Estados Unidos, Jamie Voyles, afirma que hay enormes obstáculos para tratar a un gran número de ranas en libertad.
Además, la experta aclara que, aunque la mayoría de las especies afectadas aún pierden efectivos, hay un 12% de las ranas que empieza a recuperarse. Se sospecha que están empezando a desarrollar inmunidad al hongo.