- La humildad es un rasgo característico de la costarricense
Redacción – La atleta nacional Andrea Vargas, se despidió de las vallas de PVC que la guiaron a la cima en su disciplina y que hoy la tienen con el boleto asegurado a Tokio 2020.
Andrea está en Estados Unidos preparándose para los Juegos Olímpicos, donde busca dejar a Costa Rica en lo más alto, aunque al igual que su carrera las vallas también dieron un giro para su bienestar.
La tica no olvida sus inicios en el deporte, que gracias a ellos hoy es la actual campeona de Panamericana en su disciplina, algo que deja muy en claro su alto nivel.
Con una publicación en su perfil oficial, Vargas informó del cambio y con mucha nostalgia recordó las vallas que le hizo su padre y que la guiaron a lo más alto.
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La puriscaleña afirma que desde el Mundial de Doha, Catar, no entrenaba con vallas y fue hasta hace unos días que lo volvió a hacer en campamento en USA.
«No son las que me hizo papá allá en Puriscal pero se parecen.Las vallas de papá son de PVC , son con las que entrenaré cuando esté en Costa Rica y significan mucho para mi, con ellas aprendí demasiado y sobre todo sé que él las hizo con todo el amor del mundo .
Cada vez que las armo recuerdo como hemos juntos en familia trabajado muy duro para convertir nuestros sueños en metas alcanzables».
Vargas deja muy en claro que está muy motivada y por ello se entrena al máximo al lado de su madre, Dixiana Mena, que fue postulada para mejor entrenadora de América.
Cabe resaltar, que Andrea Vargas es una de las cuatro atletas nacionales clasificados a Tokio 2020, algo que ilusiona de gran forma a la comitiva de Costa Rica que viajará a suelo japonés.