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  • Conoce los elementos que ayudarán a olvidarse del estrés al final del día

Redacción – Vivir en una casa antiestrés es posible, pero para que inspire tranquilidad entran en juego el color, la luz, los muebles y todos aquellos elementos que transmitan sensaciones de placer.

Para lograr esa atmósfera de paz en el hogar deben existir también espacios amplios para descansar e invitar a la naturaleza a que sea parte de la decoración.

Asimismo, es fundamental que cada rincón de la casa se mantenga ordenado y limpio, afirma la decoradora Iside Sarmiento, experta en estudios de feng shui, arte oriental para balancear la energía.

“El sonido del agua y de las olas del mar rompiendo en la playa, armonizan mucho el hogar. Ayudan objetos como el palo de lluvia, la música y las fuentes de agua sobre una mesa o en la sala e incluso un cuadro que recuerde un viaje a la playa”, asegura Sarmiento.

Para vivir en una casa antiestrés basta con hacer ligeros cambios sencillos. Por ejemplo, colocar una planta no solo para reducir el estrés y sino para purificar el aire al eliminar dióxido de carbono.

Lo ideal es colocar matas, en el interior de la casa, de hoja redonda, sin espinas y frondosas, tales como el árbol de jade.

Sarmiento aconseja tener en las habitaciones buena iluminación tanto de día como de noche para que se vean más acogedoras y relajantes.

Los colores son grandes aliados, ya sea pintando una pared o incorporándolos en muebles, adornos y accesorios, según el sitio sodimac.com.

Los expertos recomiendan echar mano del color para crear un ambiente cálido, por ejemplo, utilizar los tonos suaves como el verde, el violeta y el blanco.

Asimismo, se sugieren el azul y el celeste para inducir a la relación, reducir la presión arterial, bajar la tensión e inducir al sueño.