- Está en el museo estadounidense
- No ha sido robada
Redacción – La muñeca Annabelle fue noticia en todo el mundo luego de rumores sobre su desaparición; sin embargo, Chris McKinnell, nieto de los investigadores paranormales Ed y Lorraine Warren, confirmó que sigue en su vitrina sellada en el museo en Connecticut, Estados Unidos.
Annabelle fue llevada al museo de los parapsicólogos en 1975 y la vitrina fue sellada, ocasionalmente se transportaba en otro tipo de exhibidora para eventos especiales.
Los rumores apuntaban a que la robaron para un ritual satánico, por lo que las redes sociales estallaron y Annabelle se volvió trending topic.
Los integrantes del grupo Investigación Paranormal CR enviaron el comunicado oficial a AMPrensa.com e indicaron que la muñeca tampoco ha sido robada.
McKinnell fue quien desmintió los rumores en sus redes sociales.
«Hay un rumor ridículo sobre que Annabelle escapó de su caja durante un intercambio de dinero y que ella ya no está en el museo. ¡Eso no es cierto! Ella ya estado encerrada de forma segura desde 1975», resaltó.
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Historia de la muñeca
Annabelle fue fabricada por una empresa de muñecas tipo Raggedy Ann y fue el regalo de una madre para su joven hija llamada Donna, en el año 1970.
Donna empezó a notar que la muñeca estaba en posiciones diferentes a las que ella la había dejado, o incluso en otra habitación.
La joven también encontraba notas escritas que decían «ayúdanos», «salva a Lou» (así se llamaba su novio), «¿me extrañas?».
Luego de diferentes sucesos paranormales, la familia de Donna contrata a una médium, quien les afirmó que dentro de la muñeca habita el espíritu de una niña llamada Annabelle Higgins, quien quiere ser aceptada.
Los ruidos extraños continuaban, por lo que la mamá de Donna contrató los servicios de los parapsicólogos Ed y Lorraine Warren.
Ellos fueron a la casa, inspeccionaron y descartaron la existencia de la niña Annabelle Higgins, pero concluyeron que, dentro de la muñeca, había un espíritu maligno que quiere poseer a Donna tras haberle dado permiso de entrar a su vida.
Como la familia decidió deshacerse de la muñeca, los Warren la conservaron en su museo donde tienen artículos de cada caso que tomaban.
A partir de ahí, el museo fue muy visitado para conocer a la famosa y tierna muñeca.
Incluso, coleccionistas han ofrecido miles de dólares por ella, pero nunca tuvo precio.