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  • Arias ve al Santos como un hijo más

Redacción – Rafael Arias, el doctor que dirige con pasión y amor la presidencia del Santos de Guápiles, club que se robó su corazón desde su arribo al pueblo caribeño.

El hoy jerarca santista llegó a suelo guapileño en 1993 procedente de Grecia, con el fin de trabajar como médico en el Hospital de Guápiles.

Ya son 27 años en Pococí. Su vinculación con la institución rojiblanca se da en 1997, cuando todavía el Santos estaba en la segunda división.

Durante ese período por la categoría de plata, los guapileños estaban en una etapa muy fuerte y fue en 1999 cuando logran el ascenso a la división de honor nacional.

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En aquellos días, Victor Badilla, era el gerente deportivo del plantel y fue quién le pidió ayuda a don Rafael, con el fin de que le ayudara con el alto rendimiento.

Desde ahí, empezó a combinar su trabajo como doctor con ayudar al Santos, club que se robó su corazón y sin esperar nada a cambio, siempre lo ha dado todo.

Su historia con el club no quedó ahí y cuando los guapileños ascendieron a primera en 1999 fue seleccionado como médico oficial del equipo que se robó su corazón.

En el año 2007 llegó a la vicepresidencia de la institución, luego de que Rodolfo Villalobos llegara a tomar las riendas del Santos de Guápiles.


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Cuando llega a la junta directiva tuvo que combinar su labor como médico del equipo con la de vicepresidente, dichos oficios los realizó con muy buena nota.

Tras un período al mando, Villalobos se va del conjunto guapileño y desde ahí, empezaron a desfilar varios jerarcas hasta que se dio la llegada al poder de Rafael Arias.

Fue en el año 2013 que llega a liderar al Santos, el cuál considera como un hijo más. En esos días, el club sufrió con un cobro extraordinario de la CCSS.

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Esa deuda ha hecho vivir un martirio al plantel históricamente. Pese a la difícil situación, Arias no abandonó a su amado Santos y decidió armar una junta directiva.

Se tuvo que quedar como presidente, no porque la quisiera, sino porque no había nadie que tomara las riendas del equipo con sede en el Estadio Ebal Rodríguez.

«Aquí estoy porque no hay quién se haga cargo. Estoy deseando que alguien me diga que quiere presidente para decirle que yo lo apoyo y que tome la presidencia. El proceso no ha sido fácil, pero con voluntad y ganas de hacer las cosas hemos salido adelante poco a poco», afirmó Arias a AMPrensa.com.

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Arias ha tenido que sacrificar eventos familiares por reuniones o algún tipo de actividad con el Santos. Pero eso lo ha entendido muy bien su familia.

Sus Cuatro hijos y siete nietos son el motor de este jerarca, que asegura que por épocas sus seres queridos están tranquilos, pero a veces le dicen que salga del puesto.

El manda más dice que ha vivido una guerra con sus familiares, que entienden la pasión que siente Rafael por el equipo rojiblanco.

Pero todo no queda ahí, ya que en sus consultas médicas en el Hospital de Guápiles, casi que todos los pacientes solo le hablan de fútbol, algo que le gusta mucho.

«Es lo primero que hacen los pacientes cuando llegan al consultorio. Me dicen: ¿Doctor y el Santos?, que mal estamos o que bien juega el Santos. Eso es parte de la conversión con los pacientes y es algo de todos los días, es fútbol y es el pan nuestro de cada día también», afirmó entre risas Rafael Arias a AMPrensa.com. 

Foto: Cortesía.

Cabe resaltar, que el hoy presidente santista no tiene salario como tal en el equipo y más bien cuando está la necesidad pone plata de su bolsa para ayudar al club.

Sin dudas, que historias como las de Rafael Arias son las que hacen grande al fútbol tico, porque sin esperar nada a cambio ha ayudado al Santos por pura pasión.