• Empezó su emprendimiento vendiendo mascarillas 
  • Su papá fue el que la ayudó con los primeros inicios 

Redacción-  Valeria Ramírez es una joven de 22 años vecina de Hatillo, apasionada por la moda y la costura, por eso, en media pandemia desarrolló su propio emprendimiento de vestidos de baños. 

Inició su emprendimiento con ₡10 mil que le dio su papá para la confección de mascarillas, pero luego se dio cuenta quería crear otro producto para generar un impacto social positivo y así nació The Zaldívar

Cuando emprendió, había dejado de lado su carrera universitaria de diseño publicitario por cuestiones de la pandemia, pero ella tenía ese impulso de emprender y generar ese cambio que tanto quería.

Fue en diciembre del 2020 cuando ella confeccionó sus propios vestidos de baño y supo que ese sería el nuevo producto que quería lanzar.

«Todo surgió porque a mi mamá pero principalmente a mi hermana le costaba conseguir vestidos de baño o en el caso de mi hermana, cuando lograba conseguir uno no se sentía segura usándolo porque se le veía diferente a comparación de la imagen de la tienda donde lo compraba», comentó Ramírez a AMPrensa.com.

Agregó que vio una necesidad de confeccionar vestidos de baño para logar que las mujeres se sintieran identificas independientemente del cuerpo que lleve puesto la prenda.

La máquina de coser que utilizaba era una casera, pero su  emprendimiento le generó la necesidad de cambiarla y su papá le regaló una maquina de coser industrial.

La máquina coser que le regaló su papá. Foto cortesía

Aunque le ha ido muy bien en su emprendimiento, la joven comenta que ha podido salir adelante con los encargos y no le ha tocado que se le acumulen.

«Ahorita hago cuatro pedidos por semana, pero Dios ha sido muy bueno porque desde el inicio me manda clientes, las personas me compraban y le gustaban entonces eso es lo que me motiva a seguir», indicó la joven.


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Sin embargo, a Valeria no todo se le hizo fácil, ya que al principio se le dificultó el tema de emprender, pero sus años en la universidad hicieron que el trabajo de crear su propia marca se volviera toda una realidad.

Ahora The Zaldívar sacará su segunda colección de vestidos de baños con la que espera que las jóvenes se sientan identificadas y seguras con su cuerpo.

Parte del catálogo de la primera colección The Zaldívar. Foto cortesía

Además, la joven busca que su emprendimiento rompa los estereotipos y estándares de belleza con cuerpos reales, para que las mujeres se sientan cómodas, bellas y empoderadas sin importar sus medidas o peso.

Esta joven se encarga de coser, diseñar, contestar mensajes y producción de las fotos, por eso espera que su marca crezca con el tiempo y poder trabajar conjuntamente con una costurera que le ayude a confeccionar. Pero su papá es un apoyo incondicional porque cuenta con un taxi y le ayuda a realizar las entregas en la zona de San José.

«Hago lo que me gusta y por eso me dedico 100% a la marca, espero seguir generando un impacto positivo en las mujeres y que no olviden el amor propio», dijo

Colaboradoras de The Zaldívar. Foto de cortesía

Ramírez reconoce que todo es un proceso y que todavía le falta mucho que aprender y organizarse más pero lo ve como todo un reto y generar buenos resultados.

Ahora Ramírez espera retomar sus estudios universitarios y complementarlo con su empresa, porque encontró su pasión que se volvió parte de su día a día.

Para más información sobre este emprendimiento, puede encontrarlo en redes sociales  como The Zaldivar.