• En una reciente entrevista con Club Shay Shay, el ex-campeón mundial habló sobre su infancia 

Redacción- El ex-campeón mundial, Myke Tyson, dio unas declaraciones muy fuertes sobre su niñez, e incluso aseguró que lo mejor que le pasó en la vida, es que su madre muriera.

En una reciente entrevista en el podcast Club Shay Shay del ex jugador de la NFL, Shannon Sharp, habló sobre su infancia, específicamente cuando él tenía 16 años y su madre, Lorna Smith, falleció.

 “Sabes, una de las mejores cosas que me pasó es que falleciera mi madre. Porque recuerdo que ella me cuidaba como un bebé. Nunca hubiera entrado a las peleas callejeras y de ninguna manera hubiera aprendido a ponerme de pie por mí mismo”, expresó el ex-atleta.

De igual forma, Tyson profundizó más el tema, y explicó que nunca tuvo la oportunidad de hablar con ella o saber de ella.

“Nunca vi a mi madre feliz conmigo y orgullosa de mí por hacer algo. Ella solo me conocía como un niño salvaje que corría por las calles y volvía a casa con ropa nueva que ella sabía que no pagué. Nunca tuve la oportunidad de hablar con ella o saber de ella”.

Cuando la madre del ex-boxeador murió, dejó la custodia de su hijo al entrenador Cus D’Amato, quien tenía par de años entrenándole.

«A los 14 pensé que ya podía ser campeón del mundo. Gané campeonatos nacionales, tenía récords de nocauts, perdí con el eventual campeón. Una vez que me hice profesional, toda mi vida cambió y vencía a todos. Y todo cambió cuando me volví campeón».

Asimismo, durante el podcast Tyson habló de uno de sus proyectos actuales, que es la marihuana medicinal, algo que asegura que consumió en su carrera.

«Solo al final de mi carrera. Los últimos dos años. Siempre supe sus beneficios, pero era ilegal. Cuando mi mente se desconecta, se desconecta. No quiera nada, todo se vuelve mi enemigo. Así fue como lo dejé. Comencé a fumar en el 97 y ya no puedo parar. Soy una persona distinta cuando no la uso. No podría haber sido campeón como soy ahora. Mi mayor virtud son mis defectos. Sin ellos, no soy nada. No hay ningún problema con tener defectos. El único problema es no saber que los tienes. Naces con ellos, no puedes evitarlo».