- Bolaños se consolidó como el verdugo de los Pumas de México
Redacción – El técnico español del Monstruo, Iñaki Alonso, llena de elogios calidad de Christian Bolaños y considera que desde su humilde opinión, el volante debe ser convocado a La Sele, gracias a su gran nivel deportivo.
Bolaños se robó los reflectores con una maravillosa actuación ante Pumas de México, gracias a un doblete que ayudó a los morados a empatar 2-2 en el primer round de la serie de los octavos de final de la Liga de Campeones de la Concacaf.
Casi 17 años después de anotar en la final de Conchampions del 2005 contra los felinos, Christian volvió hacerle daño a los aztecas y así consolidarse como el verdugo del cuadro mexicano, que sufrió con la clase del volante de 37 años.
Precisamente lo hecho por Bolaños en esa final regional hace más de una década, sirvió como un vídeo motivacional para el plantel morado, según reveló Alonso, que le dio una calificación perfecto al número 2 del Saprissa, que pare no tener fecha de caducidad.
Lea también: Iñaki Alonso avisa a los Pumas: «Vamos ir a México a ganar y clasificarnos»
Iñaki Alonso habló en conferencia de prensa y resaltó la polifuncionalidad de Bolaños, al cuál ve como un jugador capital dentro del engranaje del Monstruo.
«Christian Bolaños ha hecho un partido de 10, un partido en el que hemos puesto un vídeo a nivel motivacional para revivir la final del 2005, en la Christian mete un gol homenajeando a ese equipo y precisamente a Bolaños, me parece un jugador diferencial, además es alguien que entiende el juego, que puede jugar por fuera y puede jugar como volante como lo hizo ante Pumas, puede jugar de falso nueve como lo hizo ante Alajuela, para nosotros es uno de los jugadores capitales y en mi humilde opinión puede estar en la Selección Nacional», afirmó Iñaki Alonso.
Aunque Iñaki cree que Bolaños tiene todo para estar en La Sele, el volante señala que él no va estar en un lugar donde no lo quieren esto en alusión a los episodios que ha tenido que vivir en su último paso por la Tricolor.