– Los hospitales que siguen funcionando, debido a la situación de guerra que enfrentó el país, tienen dificultades para atender a los enfermos y heridos.
Redacción: Autoridades sanitarias del país, confirmaron que Ucrania cuenta con cifras muy altas de personas que viven con Virus de Inmunodeficiencia Humana, VIH, hepatitis C y niveles muy bajos de vacunación contra el sarampión, la poliomielitis y el COVID-19, lo cual es un peligro.
De igual forma confirmaron, que las condiciones de hacinamiento e insalubridad de los refugiados son un caldo de cultivo para el cólera y otras enfermedades diarreicas, por no hablar de las plagas respiratorias como el COVID-19, la neumonía y la tuberculosis.
Según las autoridades, Ucrania y la región circundante constituyen un epicentro mundial de la tuberculosis multirresistente, una variante de esta enfermedad resistente a los fármacos más potentes.
Ante la situación, el Ministerio de Salud ucraniano había logrado avances en el control de dichas epidemias, incluido un descenso del 21% en las nuevas infecciones por VIH y una disminución del 36% en los diagnósticos de tuberculosis desde 2010.
Sin embargo, actualmente, las autoridades sanitarias temen que los retrasos en el diagnóstico y las interrupciones del tratamiento durante la guerra puedan permitir que los patógenos resurjan, con consecuencias que causarían estragos durante años.
Los hospitales que siguen funcionando en el país actualmente debido a la situación de guerra que enfrentó el país, tienen dificultades para atender a los enfermos y heridos.
Los mismos aún están paralizados por la disminución de suministros médicos, como el oxígeno y la insulina, además de la escasez de equipos para salvar vidas, como desfibriladores y respiradores.
Según la Organización Mundial de la Salud, ONU, cientos de niños con cáncer han abandonado sus hogares. El conflicto armado incluso ha entorpecido la vacunación infantil rutinaria.
De acuerdo con los datos, solo alrededor del 80% de los niños ucranianos fueron vacunados contra la poliomielitis en 2021, y ya se habían detectado algunos casos de esta enfermedad en el país incluso antes de que comenzara la guerra. La cobertura de vacunación contra el sarampión en Ucrania es demasiado baja para evitar brotes.