La Casa Blanca remarcó que el gobierno de Estados Unidos todavía intenta llegar a una conclusión definitiva sobre el origen del virus.
Redacción: El origen del coronavirus volvió a quedar expuesto como un foco de conflicto en la cada vez más tirante relación entre Estados Unidos y China.
Un nuevo informe del gobierno norteamericano, revelado por el diario The Wall Street Journal, concluyó que la pandemia de Covid-19 probablemente se originó en una fuga de un laboratorio en Wuhan.
El informe, que reavivó un debate inagotable sobre el inicio de la epidemia, fue rechazado de manera tajante por Pekín, y luego el gobierno de Biden le exigió más honestidad a China para dilucidar cómo se desató la crisis de salud.
El Departamento de Energía concluyó –aunque con una “baja confianza”– que la pandemia probablemente se desató debido a un percance en un laboratorio del Instituto de Virología de Wuhan, la ciudad china donde se detectaron los primeros casos de Covid-19 a fines de 2019. Aunque el análisis coincide con una evaluación del FBI, que indicó con una “moderada confianza” que la pandemia se había originado en una fuga de un laboratorio, otras agencias federales aún creen que el virus se transmitió naturalmente de un animal, o siguen reuniendo información.
La comunidad de inteligencia de Estados Unidos continúa reuniendo información sobre el origen de la pandemia. En mayo de 2021, Biden ordenó “redoblar” los esfuerzos para dilucidar cómo comenzó la peor crisis de salud del último siglo. Ese trabajo aún continúa.
La Casa Blanca reconoció las conclusiones del informe, pero remarcó que el gobierno de Estados Unidos todavía intenta llegar a una conclusión definitiva sobre el origen del virus.
No hay un consenso en este momento en el gobierno de Estados Unidos sobre exactamente cómo comenzó Covid”, indicó este lunes el director de Comunicaciones del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, quien enfatizó que el informe del Departamento de Energía tenía un “bajo” nivel de confianza en sus conclusiones.
El hermetismo de China, que se ha negado a cooperar plenamente con los investigadores internacionales y solo permitió una misión limitada de la Organización Mundial de la Salud (OMS), aleja las respuestas.
Ante esa realidad, el gobierno de Biden ha elevado la presión para obtener respuestas de Pekín. Pese a las dudas y a los interrogantes que perduran, el gobierno norteamericano ha descartado de momento la posibilidad de que el virus haya surgido de un programa de armas biológicas de China.
El embajador de Estados Unidos en China, Nicholas Burns, dijo luego de que se conoció el informe que China debía “ser más honesta” sobre lo que ocurrió hace tres años en Wuhan.