Redacción- En sus primeros días de operación en el nuevo puesto de Bahía Drake de Osa, Pacífico sur, los oficiales del Grupo de Operaciones Especiales (GOPES) del Guardacostas ya le propinaron el primer golpe al tráfico internacional de drogas, como parte de una operación efectuada en el marco del Patrullaje Conjunto entre Costa Rica y Estados Unidos.

De acuerdo con lo informado por el comisario Martín Arias, Viceministro de Seguridad Pública y director del Servicio Nacional de Guardacostas, se trata de la captura de una lancha rápida con más de una tonelada de cocaína y marihuana, junto a la cual fueron aprehendidos dos costarricenses.

Según detalló Arias, una aeronave estadounidense detectó la nave sospechosa a las 2:52 de la tarde del jueves cuando se encontraba navegando a unas 103 millas náuticas (191 km.) de Punta Llorona, Golfito.

Es por ello que, apenas lograron determinar que la embarcación sospechosa podría llevar sustancias ilícitas a bordo, las autoridades norteamericanas notificaron al Guardacostas de lo que estaba aconteciendo en aguas nacionales.

Fue así como de inmediato fueron desplazadas dos lanchas interceptoras con oficiales del Grupo de Operaciones Especiales (GOPES) para que atendiera dicha alerta, quienes a las 5:25 de la tarde lograron interceptar la embarcación sospechosa a 100 millas náuticas (185 km.) frente a la costa de Sierpe de Osa, Pacífico sur.

Se trataba de una embarcación de 32 pies de largo, sin matrícula, sin nombre y sin bandera, propulsada por dos motores fuera de borda de 200 HP cada uno y tripulada por dos costarricenses de apellidos Benavides, de 38 años y Jiménez, de 28 años, con expediente en dos ocasiones por tenencia de droga.

Una vez que los guardacostas lograron identificar que podría tratarse de trasiego de sustancias ilícitas, aseguraron la escena y de forma inmediata solicitaron la dirección funcional de la Fiscalía de Quepos, la cual ordenó llevar la embarcación sospechosa, sus tripulantes y el cargamento hasta la estación de Guardacostas de Quepos.

A las 10 de la noche del mismo jueves arribaron al citado puerto, donde personal de la Policía de Control de Drogas (PCD) estaba a la espera para realizar las diligencias correspondientes y judicializar el caso.

La nave sospechosa también transportaba seis estañones con aparente combustible, de los cuales cinco de ellos estaban llenos y uno vacío, también dos tanquetas vacías y en una de ellas se logró encontrar las pertenencias de los tripulantes de la embarcación sospechosa.

Una vez realizadas las diligencias, la PCD determinó que se trataba de 641 paquetes de aparente cocaína y 524 paquetes de aparente marihuana, con un peso aproximado a un kilogramo cada uno, para un total de 1.165 kilogramos.

Los tripulantes quedaron a las órdenes del Ministerio Público como sospechosos de cometer el delito de transporte de sustancias ilícitas.