- Ya en lo que va del 2023 se registra un aprovechamiento del 61,67% de los órganos donados.
Redacción-Este año, se ha registrado un aumento en el número de órganos que se trasplantan provenientes de donantes cadavéricos; es decir, se ha dado un mayor aprovechamiento de los órganos donados.
De acuerdo con la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) este aumento se traduce en más vidas que logran ser impactadas de manera positiva, gracias a la nueva oportunidad de vida que les brinda el trasplante del órgano que necesitan.
De acuerdo con información suministrada por el Dr. Andrés Sánchez Siles, epidemiólogo de la Coordinación Institucional de Donación y Trasplantes de la CCSS, la utilización de órganos provenientes de donantes cadavéricos ha venido con una clara tendencia al incremento, con porcentajes de utilización de órganos de un 40% en el 2021, 49.63% en el 2022 y un 61.67% en lo que va de este 2023, es decir, que este año de un total de 60 órganos disponibles se logró trasplantar 37, en un total de 14 operativos que se han realizado.
Estas cifras reflejan un panorama muy alentador, si se compara con los años 2019 y 2020 donde los porcentajes de utilización fueron de 37.65% y 37.78% respectivamente. Incluso el 2022 y 2023 son mucho mejores que lo reportado en el 2018, año previo a la pandemia, cuyo porcentaje de utilización fue del 43.43%.
Efectivamente, durante 2020 y 2021, tanto la donación de órganos como la realización de trasplantes presentaron una disminución debido al impacto de la pandemia en los servicios de salud.
No obstante, gracias sobre todo al esfuerzo constante de los coordinadores de donación de los hospitales, fue posible mantener en funcionamiento el programa de donación y trasplante.
Fin de la pandemia es clave para aumentar procedimientos
Para el especialista, no hay duda de que la finalización de la pandemia está permitiendo la posibilidad de tener más donantes y realizar mayor número de trasplantes, al tomar en cuenta uno de los principales condicionantes, y es la utilización de salas de cuidado intensivo, donde se dan los cuidados del paciente después de un trasplante y las cuales estuvieron ocupadas en su mayoría por pacientes enfermos de coivd-19 durante la pandemia.
Con la finalización de la pandemia hay una mayor disponibilidad de apoyo de equipos y servicios specializados y mayor cantidad de camas en unidades de cuidados intensivos.
Mencionó que existen desafíos que dependen claramente del sistema, pero que también se deben derribar mitos sobre la donación y comprender que todas las personas deben considerarse posibles donantes de órganos y tejidos, sin importar su edad, raza, origen étnico, religión o estado de salud donde incluso quienes padecen de alguna enfermedad crónica, pueden ser donantes.
Es importante también que la población adquiera o cambie sus hábitos alimenticios para que de esta forma puedan tener órganos más saludables.