Redacción. En una rápida investigación, las autoridades judiciales determinaron que los ¢3.293 millones sustraídos de las bóvedas del Banco Nacional fueron sacados en sobres de manila por un funcionario de la entidad.

Al parecer, el funcionario -conocedor del sitio- se percató que las cámaras de seguridad tenían un punto ciego, el cual fue aprovechado por este hombre -un tesorero de apellido Olivas- para sustraer el dinero poco a poco.

Así lo explicó el fiscal general de la República durante una conferencia de prensa realizada en el Poder Judicial.

El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) determinó que los demás funcionarios no cumplieron a cabalidad con sus funciones para evitar el robo. Además, se detectó que los procedimientos del Banco tenía problemas que fueron aprovechados para ejecutar el millonario robo.

A través de las cámaras de seguridad, se ha determinado 10 movimientos en los que se observa al principal sospechoso mover dinero en sobres de manila. Ese dinero ingresaba a las bóvedas del banco en los camiones remeseros.

En total suman ocho las personas detenidas por este caso.