• El parlamento aprueba por unanimidad la ley que prevé penas de cárcel para criadores y distribuidores

 

Redacción: Después de que el parlamento de Seúl prohibiera este martes por unanimidad el consumo de carne de perro. La ley consensuada por las dos grandes fuerzas políticas ha sido aprobada con 208 votos a favor y dos abstenciones.
Es así como se prevé, entre otras cosas, penas de hasta tres años de cárcel para los criadores de perros para consumo humano, con multas de más de 20.000 euros y dos años de cárcel para los distribuidores.
De igual forma se aplicaría sanciones a las 3.500 granjas como los restaurantes especializados deberán registrarse y aportar a su ayuntamiento a lo largo de este semestre un plan de reconversión, que puede ser gradual.
Las autoridades conceden un periodo de gracia de tres  años y ayudas económicas para cambiar de negocio y terminar finalmente con este comercio, que avergüenza a cada vez más surcoreanos.
Oficialmente, hay actualmente medio millón de perros enjaulados en el país, engordando para ser sacrificados y cocinados.
Sin embargo, se prohíbe desde hoy la apertura de cualquier granja, distribuidora, restaurante o matadero de perros. Aunque hay unanimidad en el Parlamento, apadrinada por el presidente Yoon Suk-yeol y, sobre todo, la primera dama, Kim Keon-hee, que conviven con varias mascotas, no hay tal unanimidad en la calle.
La industria cárnica canina llevaba 45 años en la semiclandestinidad. A finales de los setenta, el ministerio de Agricultura y Ganadería dejó de incluir a los perros para el consumo en sus estadísticas. Sin embargo, esta industria existe y es cuatro veces mayor que los cálculos semioficiales, según fuentes del sector, con cuatro mil criadores y cientos de mataderos.
Estudios mundiales revelan que los coreanos no son los únicos asiáticos aficionados a la carne de perro. Desde el nordeste de India -en el caso de algunas tribus- hasta Vietnam e Indonesia, la carne canina forma parte de la dieta, aunque en mucha menor medida que el cerdo, la ternera o el pollo.
Algunos países, como Filipinas, Singapur, India e incluso Taiwán se adelantaron en varios años a Seúl imponiendo un veto a este tipo de carne. Solo el año pasado hubo seis propuestas o proyectos de ley para su prohibición en Corea del Sur, que fracasaron.
El presidente de Corea del Sur, se apunta un tanto ante una parte del electorado. En parte el mismo que observó con horror como, hace un año, abolía el ministerio de Igualdad (de sexos).
Aunque a primera vista la ley no penaliza al consumidor, sus conciudadanos tendrán imposible consumir legalmente carne de perro en un plazo de tres años. Siempre les quedará Corea del Norte, aunque allí, precisamente, no abunda la carne.