Redacción- De acuerdo con las cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), 1.128 costarricenses fueron diagnosticados con cáncer colorrectal, en el año 2018. Este tumor ocupa el tercer lugar en el listado de tipos de cáncer que padecen hombres y mujeres, en nuestro país.
A nivel mundial, este tumor afecta a 1.849.518 personas. Esta enfermedad, es más común en los hombres que en las mujeres (55% versus 45%); por otro lado, el número de decesos anuales es de 880.792 personas (484.224 hombres y 396.598 mujeres).
Según señaló la doctora Vanessa Campos, gerente médico de Roche Centroamérica y Caribe (CAC), “el 90% de los nuevos casos de cáncer colorrectal, ocurren en personas mayores de 50 años y el 80% de los pacientes diagnosticados con esta enfermedad, no cuentan con un historial familiar relacionado a este tumor”.
Sin embargo, es importante tener presente que, si algún familiar tiene cáncer colorrectal, o si padece ciertas afecciones hereditarias como poliposis adenomatosa, se recomienda estar alerta y visitar al médico especialista de manera regular –idealmente antes de los 50 años- y realizarse los exámenes necesarios para descartar el desarrollo eventual de esta enfermedad. Este consejo médico, también aplica para aquellas personas que han sufrido cáncer de mamá, ovario o endometrio, así como, quienes padecen diabetes tipo 2.
Otro factor de riesgo, es el grupo etario al que se pertenece, por ejemplo, las personas afrodescendientes tienen mayores probabilidades de desarrollar este tipo de cáncer.
Prevención y pruebas médicas
A pesar de tener una alta incidencia en nuestro país y en el mundo, este tipo de cáncer se puede prevenir si se minimizan los factores de riesgo controlables, tales como el fumado, la ingesta de alcohol, obesidad y una inadecuada alimentación. Asimismo, los especialistas recomiendan hacer ejercicio de manera regular y tener un estilo de vida saludable.
Según la Sociedad Americana contra el Cáncer, esta enfermedad es curable en un 90% de los casos, si se detecta a tiempo. Para hacerlo, existen diferentes pruebas médicas que el paciente puede realizarse para descartar esta enfermedad, entre ellas, destacan las siguientes:
Prueba de sangre oculta en heces o de Guayaco: identifica cuando hay presencia de sangre en
las heces y puede ser signo de pólipos o cáncer.
Examen proctológico y rectosigmoidoscopía: se realiza en la parte final del intestino grueso (colon sigmoide) y en el recto, con la finalidad de evaluar a través del tacto, si existen pólipos o muestras de tejido canceroso.
Colonoscopía: se examina el colon y el recto. A través de esta prueba se descubren pólipos, que pueden extraerse a tiempo y sin dolor, y permite realizar biopsias. Como control general, se recomienda cada 10 años, a partir de los 50 años.
Tratamiento para pacientes con cáncer colorrectal
Los tratamientos para este tipo de cáncer incluyen la cirugía –para remover la parte del colon o recto afectada-, quimioterapia y radioterapia. “En aquellos casos en etapa avanzada, también se pueden usar las terapias dirigidas, las cuales son medicamentos de tipo biotecnológico (elaborados a partir de células vivas) que atacan las células malignas específicas y permiten preservar las saludables”, señaló la doctora Vanessa Campos.
Después de recibir el tratamiento recomendado por el médico especialista, el paciente debe llevar un control de su salud estricto por medio de consultas médicas, así como la aplicación de pruebas de seguimiento como colonoscopias, análisis de sangre para marcadores tumorales y tomografías (estudios por imágenes); la periodicidad de estas pruebas, dependerán del cáncer y otros factores.