Redacción – El brasileño Mauro Aparecido Morbidelli decidió unir la creatividad, la economía y la protección del medio ambiente en la construcción de su vivienda y empleó más 11 mil botellas de plástico en la estructura de la propiedad, y obtuvo como resultado es una casa bien ventilada, duradera y respetuosa del medio ambiente.
Mediante donaciones y la reutilización de otros materiales, el costo de la propiedad resultó muy económico.
Los expertos creen que el proyecto, seguro y sostenible, además de una buena solución para la reutilización de un material tan contaminante.
La casa está situada en una ciudad minera, próxima a la frontera con San Pablo, tiene unos 100 metros cuadrados y sus paredes principales están hechas con una base de botellas de plástico llenas de tierra, arena y cemento.
Según su morador, dentro de la casa la temperatura es agradable y las habitaciones reciben luz por botellas de plástico colocados en el techo. Uno de los objetivos del proyecto era tener una casa que almacenara el calor durante el invierno y mantuviera el ambiente fresco durante el verano: esa intención fue alcanzada con éxito.
Además, en lugar de emplear materiales tradicionales para el acabado, el constructor utiliza arcilla y el sostén de la base fue realizado con neumáticos reciclados. El resultado es un costo bajo y muy eficiente.