- Consumo de sal y sodio se asocia con el desarrollo de hipertensión arterial, infarto, accidente cerebrovascular, otras patologías crónicas no transmisibles y muerte prematura.
- Institución hace un llamado a consumir alimentos naturales, locales y de temporada.
Redacción- Reducir el consumo de sal común y el sodio, es lo que piden expertos de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) para cuidar el corazón y así lograr que la población alcance una vida más longeva y saludable.
De acuerdo con la Dra. Maricruz Ramírez Dileoni de la Coordinación Nacional de Nutrición de la CCSS, en esta oportunidad el esfuerzo de sensibilización interinstitucional estará enfocado en promover la reducción del uso de la sal en la preparación de las comidas y de los alimentos listos para consumir.
Una de las preocupaciones de la experta, es que, en Costa Rica se ingiere casi el doble de la cantidad de sal que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) se debe consumir, es decir, el promedio de consumo de sal común es más elevado que lo recomendado: cinco gramos por persona al día (menos de una cucharadita).
Según la doctora Ramírez, el sodio se encuentra en la sal y en los condimentos que se utilizan para sazonar y dar sabor a los alimentos, de ahí la importancia de leer la etiqueta de los productos y conocer sus ingredientes.
Manifestó que la sal está presente en la mayoría de los alimentos tanto salados como dulces que se adquieren en restaurantes, supermercados, ventas de comida rápida, artesanales y en la calle, por lo que es importante ser cuidadosos en el momento de tomar decisiones sobre lo que se compra y se consume.
Según explicó la principal fuente de sal y sodio alimentaria es la sal común agregada a los alimentos durante su preparación o cuando están listos para consumo (65%), seguida de los productos industrializados (27,6%).
“Este hecho es de gran relevancia, toda vez que, la evidencia científica señala que el consumo de sal y sodio se asocia con el desarrollo de la hipertensión arterial, el infarto, el accidente cerebrovascular, así como otras patologías crónicas no transmisibles y muerte prematura, por lo que urge intensificar el mensaje de educación y prevención”, aseguró la Dra. Ramírez.
La experta brindó las siguientes recomendaciones, dirigidas a reducir el consumo de sal en forma gradual y el consecuente riesgo de hipertensión arterial:
- Elimine el salero de la mesa.
- Escurra y enjuague los alimentos enlatados para eliminarles el sodio que contienen.
- Consuma vegetales y otros productos frescos, en lugar de opciones enlatadas.
- Reduzca paulatinamente, el uso de la sal cuando se preparan los alimentos.
- Elimine el uso de consomés o de preparaciones industrializadas y en su lugar usar hierbas naturales como tomillo, apio, culantro, orégano, albahaca, eneldo, entre otras.
- Revise las etiquetas de los productos para verificar que el contenido de sodio sea bajo. (Menos de 140 mg por porción o por cada 100 gramos)
- Elija de preferencia alimentos cuya etiqueta indique un bajo contenido de sodio.