Johnny Saborío

Gerente General Coopecaja


Con mucha frecuencia hemos sufrido alguna dolencia y los medicamentos que nos recetan no nos alivian. Ha pensado que quizás ese dolor de cabeza, de estómago, esa acidez o los problemas con su hígado, podrían tener origen en las preocupaciones o el estrés por deudas  y  quizás la solución no está  en pastillas ni jarabes, sino en ordenar su vida financiera.

Un estudio de la Universidad Southampton de Reino Unido, en 2013, concluyó  que quienes mantienen deudas económicas son tres veces más propensos a padecer problemas de salud mental como: depresión y dependencia a drogas.

Lo físico, lo emocional y lo mental están entrelazados, de acuerdo con la medicina complementaria. Así por ejemplo,  el estrés causado por problemas económicos puede aquejar el estómago y producir gastritis y reflujo, la preocupación por las deudas puede afectar el hígado  y además  producir dolor de cabeza e insomnio.

Vivir sin un exceso de deudas es posible. Ya que indudablemente, hay momentos en la vida en los que tenemos que endeudarnos para adquirir cosas, una casa por ejemplo. Pero se trata de organizarse y planificar, tampoco es que se debe tener mucho dinero para estar bien, sino saber administrar el que se tiene.

Debemos acostumbrarnos a  comprar lo que verdaderamente se necesita, si planeamos hacer  un viaje,  es mejor ahorrar y hacerlo, antes que volver del paseo y cargar con una deuda.

Nuestra cooperativa va por todo el país llevando este mensaje a nuestros  colaboradores, nuestros asociados y a la ciudadanía en general,  promoviendo estilos de vida saludables e instando a las personas  a ahorrar.

Al 31 de octubre del año pasado, la deuda de los costarricenses con tarjetas de crédito ascendía  a 1 billón de colones, según el Ministerio de Economía, Industria y Comercio, esta cifra subió en un 21% en un año.

Igual de elevadas son las consultas de los asegurados en los centros de salud, solo para que se dé una idea, el año pasado en los servicios de gastroenterología de los hospitales y clínicas se atendió casi a 54 mil personas   y en psiquiatría a 160 mil. No hay un estudio que indique cuántos de ellos sufrían las consecuencias de una deuda económica, pero nos atreveríamos a decir que  son bastantes.