Redacción- Detenter el envió de armas hacia Nicaragua es el llamado que hizo el Premio Nobel de la Paz Dr. Oscar Arias Sánchez a la comunidad internacional y los Estados firmantes o no del Tratado de Armas.

“Todos nosotros tenemos la obligación de hacer lo que sea necesario para asegurar que las madres de Nicaragua, las madres de cualquier país afectado por la violencia armada no sufran más”, expresa Arias en la nota enviada al Embajador Nobushige Takamizawa Presidente de la Cuarta Conferencia de Estados Parte del Tratado (Arms Trade Treaty –ATT- en inglés).

El Premio Nobel agrega en  su misiva que “muchas voces alrededor del mundo están condenando con justa razón el uso de violencia indiscriminada contra su población  y el uso de armas de fuego y municiones para controlar las protestas”.

Arias expresa la esperanza de que la comunidad internacional aprenda las lecciones respecto a las consecuencias de la transferencia de armas, que los Estado Miembro del Tratado rindan honor a su compromiso, que los países líderes de la producción de armas reconsideren la deuda que tienen con la niñez mundial y que “el irresponsable e irrestricto flujo de armas pequeñas y ligeras a través de las fronteras…tiene un efecto desproporcionado en los países subdesarrollados del cual Nicaragua es su última víctima”.

“Los ojos de cinco millones de costarricenses, incluyendo nuestros ciudadanos descendientes de nicaragüenses y población migrante nicaragüense que reside en Costa Rica, se han unido a otros miles alrededor del mundo, observando angustiados y consternados como las madres nicaragüenses han perdido sus hijos”, afirma en la carta.

La carta de Arias se une al llamado realizado la semana anterior la Fundación Arias para la Paz y el Progreso Humano, en la que se instó al Gobierno de Costa Rica, los países de la región centroamericana y la comunidad internacional a bloquear el tránsito de armas con destino hacia el Gobierno de Daniel Ortega en Nicaragua. Esta organización hizo la petición luego de encontrar pruebas del un uso de la fuerza en forma desmedida para “cometer una violación grave del derecho internacional de los derechos humanos” en ese país.