- Banco Central la cambia de 3,2% a 2,2% para el 2019
Redacción. Las cámaras empresariales se mostraron sumamente alarmadas ante la desaceleración económica que enfrenta el país y el escaso crecimiento anunciado para el 2019 por el Banco Central de Costa Rica.
Tal y como lo reiteramos en enero de este año, es urgente y no se puede dilatar más un trabajo en conjunto que lleve al país hacia una verdadera reactivación económica, máxime ahora que tenemos una reducción sensible de crecimiento esperado para el 2019 el cual será de 2,2%.
“Si la perspectiva de crecimiento del 3,2% nos parecía tímida, esta nueva proyección nos resulta preocupante dado que Costa Rica lo que necesita es reactivar la economía que ayude a la reducción del déficit fiscal, pero con estos datos la situación se vislumbra compleja. Así es muy difícil tratar de reducir el desempleo”, manifestó Gonzalo Delgado, presidente de la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones de la Empresa Privada.
Francisco Gamboa, director ejecutivo de la Cámara de Industrias de Costa Rica, aseguró que la reducción de un punto porcentual de 3,2% a 2,2% en la proyección del crecimiento de la producción para este año, es fuerte, severa, pero también previsible, ante el comportamiento que durante el año ha tenido el Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE), con una tendencia general de desaceleración de la mayoría de las actividades económicas y caídas importantes de sectores como la agricultura, la construcción, el comercio y la actividad manufacturera fuera de Zona Franca.
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«Es una mala noticia de que en 2019 nuestra economía va a crecer todavía menos que en 2018 cuando lo hizo 2,6%, crecimiento que ya nos pareció bastante bajo. El nuevo escenario que nos plantea el Banco Central, debe ser un llamado de atención adicional para impulsar medidas de reactivación y crecimiento de la economía, y para que se promueva, con políticas claras y acciones específicas, un mayor clima de confianza para las familias y las empresas», destacó.
Rodrigo Cubero, presidente del Banco Central, explicó que el menor crecimiento estimado obedece fundamentalmente a una peor trayectoria de la economía internacional, a choques climáticos adversos, a la caída en el precio de importantes productos agrícolas de exportación, a bajos niveles de confianza de consumidores e inversionistas locales, y a la sub-ejecución de obra pública.
