Foto: Hamilton Ramírez - AMPrensa.com.
  • El Divino asegura que su familia lo apoyó durante toda la semana

Redacción – El delantero nacional, Francisco Rodríguez, cumplió uno de sus mayores sueños desde niño como lo es vestir los colores de la Tricolor, que tanto llenan de orgullo a toda Costa Rica.

El Divino, como es conocido el jugador, es un ejemplo de lucha y perseverancia, debido a que ha vivido momentos bastantes complicados en su carrera deportiva e inclusive en algún momento pensó en retirarse.

Aunque tenía planeado colgar los tacos, Herediano lo mandó a préstamo al Diriangén de Nicaragua, en su estancia por el club pinolero le retomó el amor al deporte y vivió un torneo de ensueño.

El jugador se ganó el respeto de los aficionados al club más laureado del vecino del norte, incluso muchos fanáticos de ese equipo lo recuerdan con mucho cariño y nostalgia.


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Esa experiencia en tierras nicaragüenses lo fortaleció y volvió al país con todas las energías. Estuvo en la UCR y la rompió, debido que logró marcar 16 goles en 39 juegos.

Ese gran nivel en el cuadro académico le valió para vestirse con los colores del Herediano. La camiseta rojiamarilla le ha sentado muy bien  y en siete compromisos ya contabiliza cuatro goles.

Su buen momento en el cuadro florense le valió para ser tomado en cuenta en La Sele y en el duelo ante Uruguay, tuvo la oportunidad de debutar con el representativo patrio.

Corrían 77 minutos del juego, cuando Francisco Rodríguez tuvo el chance que tanto soñó; debutar con La Sele. El Divino ingresó por nada más y nada menos, que por Bryan Ruiz.

Rodríguez salió cabizbajo por la derrota. (Foto: Brando Santos).

El Capi le cedió su lugar al hombre del Herediano, que con una sonrisa en su rostro entró a darlo todo en un complicado duelo ante Uruguay, que se llevó la victoria con marcador de 1-2.

A pesar del amargo debut, Rodríguez salió contento por su debut en La Sele y en una conversación con AMPrensa.com expresó su felicidad.

«Cumplo un sueño de niño, vestir la camiseta Tricolor es un sensación única. Tenía muchos deseos de vestir los colores patrios. Agradecido con Dios y mi familia, que durante la semana me mandaron los mejores deseos.

Me voy a mi casa muy feliz en la parte personal y deseoso de que debo trabajar mucho más, para venir y ganarme un puesto para ayudar al grupo.

Uno siempre puede aprender, puede mejorar. Por algo estoy acá, pero voy a seguir trabajando para mejorar mi nivel y así crecer aún más».

Foto: Hamilton Ramírez – AMPrensa.com.

Al final del compromiso, Rodríguez se llevó un souvenir de lujo para su casa. El delantero cambió su camiseta con el defensa del Atlético de Madrid, José María Giménez.