Redacción- El Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA) es el principal ente encargado de la construcción de infraestructura hidráulica y de la provisión de agua en Costa Rica.
Sin embargo, las autoridades de la Cámara Costarricense de la Construcción insisten en que la institución tiene gravísimos problemas de gestión que dificultan la adecuada planificación y control que asegure la finalización de los proyectos en los plazos requeridos.
“Urge una intervención inmediata de la entidad, por la importancia del agua para la salud de la población y los efectos sobre el crecimiento económico del país”, indicó Esteban Acón, Presidente de la Cámara Costarricense de la Construcción (CCC).
Agrega que la industria de la construcción es uno de los principales motores de la actividad económica, sin embargo, en estos momentos el desarrollo de nuevos proyectos constructivos se enfrenta a la falta de infraestructura de agua potable y de aguas residuales, impactando la inversión nacional y extranjera y con ello la generación de empleo, a pesar de que el país cuenta con suficiente recurso hídrico.
Es un problema de gestión institucional y no de falta de agua.
Para la CCC queda claro a partir de algunos ejemplos:
- En Costa Rica caen en promedio casi 3.000 mm de lluvia por año, esos son más de 150.000 millones de m3 de lluvia o 30.000 m3 por habitante anualmente. No es posible que AyA no pueda garantizar 100 m3 por persona cada año.
- AyA tiene entre un 47% y un 50% de agua no contabilizada (pérdidas y consumos no facturados), muy por encima de los estándares aceptables según ARESEP.
- Desde el 2008 AyA cuenta con un financiamiento del BCIE por US$ 130 millones para el programa de Reducción de Agua No Contabilizada (RANC). En el 2014 se informó que arrancaría en el 2015 para terminar en el 2021. Han ido postergando fechas. El avance financiero del RANC al año anterior estaba en el 9%, producto de compras y contratos pero no de avance en la reducción del agua no contabilizada.
- AyA carece de un plan preventivo de mantenimiento a la red, a pesar de contar con los recursos.