Redacción- La crisis por COVID-19 ha modificado muchas conductas y rutinas cotidianas; sin embargo, es importante que la cultura de reciclaje continúe y sea reforzada en tiempos de pandemia.
Según el Instituto de Fomento y Asesoría Municipal (IFAM), en el país se generan 4.000 toneladas de residuos ordinarios diariamente, pero solo el 6.6% de esos desechos son procesados en los centros de acopio.
Según la Red CONCERVA (Red Costarricense de Recuperadores de Residuos Valorizables) los centros de acopio han disminuido entre un 40% a 60% la cantidad de residuos que reciben, variando según las diferentes zonas del país, y no siempre la entrega de éstos es la más adecuada.
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“Hoy el sistema de recolección selectiva en muchos de los hogares está en pausa, pero no debemos perder el hábito de separar. Hay que destinar un lugar de acopio de reciclables para almacenarlos hasta pasada la cuarentena”, comenta Manrique Arguedas, Coordinador de la Unidad de Acción Ambiental de la Universidad EARTH.
Los expertos aseguran que desde el hogar también es posible contribuir a la cultura del reciclaje a través del consumo responsable, local y sostenible. La meta país es alcanzar la recuperación de un 8% de materiales reciclables para que sean correctamente procesados. La meta para el 2021 es llegar al 15%.
Para reforzar el reciclaje desde casa y para evitar el posible cierre de los centros de acopio se recomienda:
Evitar el desperdicio y hacer compras inteligentes. No adquiera productos que no va a utilizar.
Ordenar bien los productos en la alacena o despensa, de manera que se puedan usar primero los más antiguos. El resto de los alimentos deben de quedar visibles.
Acomodar adecuadamente los alimentos refrigerados.
Las cáscaras de frutas y verduras, trozos de hortalizas que no puedan ser consumidas, y otros residuos como la bosorola del café, pueden ser utilizados para hacer compost.
La inadecuada gestión del material sanitario se ha convertido en otra forma de contaminar al medio ambiente debido al aumento en el uso de mascarillas, gel antiséptico y guantes,
materiales icónicos y de suma importancia para combatir la crisis del COVID-19.
Ante esta nueva realidad y con el objetivo de salvaguardar la seguridad y salud de las personas, así como contribuir con el uso correcto de los residuos, Karol Villalobos, enfermera de la Unidad de Servicios Médicos de la Universidad EARTH recomienda seguir los lineamientos estipulados por el Ministerio de Salud a las familias y personas que se enfrentan al COVID-19:
Eliminar el material desechable utilizado por la persona contagiada y sus cuidadores (guantes, pañuelos, mascarillas) en un cubo de basura dispuesto en la habitación, preferiblemente con tapa y pedal de apertura.
Además, la bolsa de plástico debe cerrarse antes de retirarla sin tener algún contacto con los demás desechos de la casa hasta su descarte.
Los cubiertos, vasos, platos y demás utensilios reutilizables se deben lavar por separado con agua caliente, jabón y esponja independiente.
Los residuos del paciente podrán desecharse con el resto de los residuos domésticos, siempre que estén en una bolsa cerrada.
Tras el contacto con los residuos, siempre se deberá realizar higiene de manos (lavado de 20 segundos con agua y jabón).
Mientras la persona esté sola y en aislamiento en un cuarto individual, puede permanecer sin mascarilla, esta debe ser utilizada solo si va a salir por asuntos médicos o si requiere asistencia en su habitación.
“La clasificación de residuos en tiempos de pandemia puede ser una oportunidad para fortalecer la unión familiar mientras ayudamos al medio ambiente.
Además, mientras estamos ocupados en actividades como esta, realizamos un ejercicio positivo para nuestra salud mental”, aseguró Villalobos.