- El tico llevó al título al América de Cali en diciembre del 2019
Redacción – El técnico costarricense, Alexandre Borges Guimaraes, se despidió del América de Cali de Colombia con una emotiva carta para toda la afición escarlata.
El estratega nacional quedó fuera del club colombiano, que al igual que la mayoría de clubes a nivel mundial ha sufrido un golpe económico a causa de la pandemia.
Ese aspecto generó que el cuerpo técnico comandado por el nacional sea insostenible para la directiva de «La Mechita».
En primera instancia, al timonel costarricense le suspendieron el contrato y ya el pasado 14 de junio venció su ligamen con el equipo cafetero.
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Ante esa situación, «Guima» llegó a un acuerdo para dejar al América de Cali, club que llevó a la copa número 14 de su historia tras 11 años de sequía.
Lo hecho por el técnico costarricense perdurará en la memoria de los fanáticos al club americano y por ello, dedicó una carta a la afición del equipo rojo.
Para ustedes también las gracias:
«Estoy aún como los jugadores que los ponen, o ponemos, faltando poco para terminar el partido, cuando el árbitro pita el final decimos: tan lindo que estaba y ya terminó. No tengo ningún reproche a nadie.
Uno pone y Dios dispone. No estoy triste porque haya terminado esta aventura con la “mechita”, más bien estoy feliz de que haya podido vivirla.
Una vez leí que el fútbol era una búsqueda de emociones fuertes. Y eso es lo que recordamos una vez concluido un partido o, en nuestro caso, una estadía en un equipo.
Y no estamos hablando de uno cualquiera.
Fuimos constatando la grandeza de América de Cali desde el momento del anuncio de nuestra contratación hasta su final. Sabíamos que iba hacer muy difícil, pero la dificultad de la tarea nunca nos quitó la ilusión de conquistar el corazón de los jugadores y de la hinchada.
Y si eso se logra desde el principio, como nos pasó con nuestros futbolistas en el America, el camino es más llevadero y resistente ante las adversidades. De ahí esa compenetración que tuvimos durante todo nuestro paso por el club americanista.
A veces las cosas no tienen que durar tanto para que sean identificables. Pero si desde el comienzo los caminos están claros y las rutas para recorrerlos también, los unos y los otros van entendiendo que mejor hacerlo juntos que separados.
De ahí el agradecimiento eterno a ellos y a todo el «equipo al lado del equipo».Sin ese espíritu colectivo que entre todos construimos en América de Cali, hubiera sido más que difícil conseguir la estrella 14 y volver a jugar Libertadores.
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Pocas veces, y ojo que ya llevo en esto un poco de tiempo, he oído tanto la palabra gracias. Cuando los agradecidos somos nosotros con ellos los futbolistas, los que estuvieron desde el principio, los que se fueron más los que llegaron nuevos. Y con los hinchas.
Gracias a ustedes más bien por habernos dado tanto amor, respaldo, entrega y cariño. Han sido 365 días vividos trabajando muy duro y bien, sin nunca perder la fe en lograr el objetivo: volver a poner a América de Cali en lo más alto del fútbol colombiano.
Nos vamos con la satisfacción del deber cumplido y dejando las “guimaretas” para otra próxima celebración».
El costarricense – brasileño le devolvió la grandeza al cuadro americano, al cual volvió a clasificar a la Copa Libertadores tras más de 10 años de ausencia.