Redacción- El principal sospechoso de asesinar a la joven Allison Bonilla Vázques, identificado como Nelson Sanchez Ureña alías «Sukia», tiene como defensor al abogado penalista Francisco Herrera.
El jurista con amplía experiencia en temas penales fue el mismo que en su momento defendió a Gerardo Ríos Mairena conocido como el «Monstruo de Liberia», sospechoso de la masacre de 5 estudiantes universitario en Liberia en el año 2017.
El sospechoso confeso del asesinato de Bonilla, fue detenido el miércoles 2 de setiembre y en la audiencia de solicitud de medidas cautelares confesó haber secuestrado, violado y asesinado a Allison Bonilla. Posteriormente tras sus declaraciones, se quedó sin defensor el 4 de septiembre. Lo anterior pues Diego Abellán, abogado del sospechoso del caso de Allison Bonilla renunció a la defensa de Sánchez.
En ese entonces, el abogado Abellán manifestó que se identificó con la familia, debido a que el hombre cambió lo sucedido.
Tras su renuncia, el penalista Francisco Herrera, asumió el caso y aseguró que sospechoso de asesinar a Allison Bonilla dará marcha atrás con su declaración y negará los cargos que confesó. Lo anterior lo confirmó el abogado a Teletica.com.
“Vamos a pedir a la Fiscalía una solicitud para ampliar la indagatoria y vamos a rechazar los cargos”, dijo Herrera al medio del canal de la Sabana.
Además, su nuevo abogado confirmó que pedirá que se le cambien las medidas cautelares y se ponga de inmediato en libertad.
“Voy a pedir un cambio de medidas cautelares, voy a pedir la libertad”, dijo el abogado.
Según Herrera, el imputado es inocente y se declaró culpable y confesó los hechos por estar bajo «presión psicológica».
Herrera también había defendido en el 2018 a Gerardo Ríos Mairena, a quien se le encontró culpable de darle muerte a 5 universitarios, 1 tentativa de homicidio en contra de una menor de edad, y un abuso sexual en contra de una mujer mayor de edad. El Tribunal de Juicio de Liberia lo condenó a 216 años de prisión.
Al imputado se le dio 35 años por cada muerte de los 5 estudiantes identificados como Dayana Martínez Romero, Ariel Vargas Condega, Joseph Briones Solís, Stephanie Hernández García e Ingrid Méndez Serrano y 6 años por abuso sexual de esta última. También 35 años por el delito de tentativa de homicidio contra la menor de edad que logró sobrevivir.
Pese a que la condena es de 216 años de cárcel, el imputado solo descontará 50 años de cárcel por que esa es la pena máxima que se establece en Costa Rica.
El Tribunal consideró que Ríos Mairena era el único culpable de los hechos y que las pruebas que se descargaron en su contra eran totalmente comprobadas y comprometedoras.
Los jueces destacaron que la menor sobreviviente lo identificó de manera clara, la huella de sangre en el cuarto donde se llevaron a cabo los homicidios, la carta y foto que dejaron al padre de la localidad, la ropa descrita por la sobreviviente fue encontrada en la casa del imputado con muestras de sangre, la vivienda la conocía para caminar de noche, una puerta de la casa de los abuelos conectaba con la de las víctimas, así como los tatuajes y secuencia de radio bases.