Foto: Prensa Saprissa.

 

  • Espíndola se fue expulsado al minuto 52 en el juego ante Cartaginés

Redacción – El defensor argentino morado, Esteban Espíndola, fue el «fichaje» del Monstruo, pero con sus desdibujadas presentaciones está dejando dudas al saprissimo.

Espíndola llegó al cuadro morado procedente del Maratón de Honduras. Su papel en dicho club catracho convencieron a Paté para traerlo al plantel tibaseño.

Los morados lograron un acuerdo con el formado en River Plate, que generó grandes expectativas en el saprissismo, que en su gran parte lo veía como un defensor «fabuloso».

Su llegada a Costa Rica procedente de Honduras se dio en un vuelo chárter facilitado por el equipo morado. En su arribo al país fue recibido con bombos y platillos.

El argentino cumplió con la cuarentena de 15 días para poder unirse al grupo. En ese período estuvo entrenando en su hogar en territorio costarricense.

Foto: Prensa Saprissa.

Tras cumplir el aislamiento preventivo, Esteban recibió el aval para entrenar, pero estuvo en solitario varios días, debido al confinamiento del plantel por dos casos Covid-19 en la institución.

Por conocido sus compañeros y según los mismos, Espíndola se unió muy bien al grupo, pero tal parece que su adaptación al fútbol tico no ha sido la mejor.

Espíndola parece que todavía piensa que juega en Honduras, ya que en la cancha se ve un defensor rudo y en ocasiones hasta con fuerza desmedida en algunas acciones.

En el juego del Cartaginés sacó a relucir su falta de adaptación, debido que fue expulsado al minuto 52 del partido por acumulación de dos tarjetas amarillas.

La primera amonestación la había recibido al minuto 12, tras una infracción sobre Andy Reyes, que en conjunto con Marcel tuvieron en la calle de la amargura a Esteban.


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La roja de Esteban ante los brumosos provocó el enojo de los morados, que han crucificado al sudamericano debido a su bajo rendimiento en los 249 minutos en 4 juegos.

Muchos fanáticos cree que Saprissa hubiera apostado por un defensor de la cantera, antes que el argentino de 28 años, que ni con su bonita forma de hablar tapa su bajo nivel.

Habrá que esperar si el argentino demuestra sus condiciones en lo que resta del certamen, si no será considerado como un paquetazo del Monstruo.