Foto: Prensa La Liga.
  • Es la primera vez que los manudos ganan con un marcador de 0-5

Redacción- El León deja en ruinas La Cueva con aplastante goleada 0-5 en el Clásico Nacional, ante un Deportivo Saprissa que no asusta a nadie y da vergüenza.

El estadio Ricardo Saprissa Aymá abrió sus puertas para presenciar el juego de la jornada 18  entre morados y manudos.

La escuadra tibaseña llegó al compromiso con la obligación de puntuar de tres tras no conocer la victoria desde la fecha nueve del torneo nacional.

Mientras que los manudos llegaban al juego como líder de la tabla y siendo el único equipo invicto en el torneo.

El Deportivo Saprissa sorprendió al ser el equipo que tomó el control de las acciones, llevando peligro al área de los rojinegros.  Sin embargo, los morados no encontraban la fórmula para lograr abrir el marcador en el compromiso.

Pese a eso al 26´ Alex López sorprendió a Aarón Cruz con un gran remate de larga distancia que terminó en el fondo de la portería morada, logrando un gran gol para colocar el 0-1 en el tablero.

Los tibaseños no bajaron los brazos y continuaron presionando en salida en busca de encontrar la manera de emparejar los cartones, pero la defensa de La Liga estuvo atenta para impedir la paridad en el partido.

Pero los manudos sellaron el primer tiempo con el 0-2 en los cartones, siendo Johan Venegas al minuto 45+2 el encargado de ampliar la ventaja para los erizos.

Para la etapa complementaria los manudos sorprendieron a los morados al 47´ ampliando la ventaja en los cartones 0-3 por intermedio de Jurguens Montenegro.

Anotación que cayó como un balde de agua fría para los saprissistas, pues ante el tanto rojinegro no tuvieron capacidad de reacción en el partido.

Venegas acabó con las aspiraciones de los morados al minuto 82, anotando el 0-4 en el compromiso haciendo explotar a los seguidores morados en contra de la institución tibaseña.


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La Liga colocó la estocada final al minuto 84 por intermedio de Aarón Suárez quien celebró por todo lo alto el 0-5 propiciado a los morados en su propia casa.