Minor Araya Salguero

Criminólogo – Exjefe OIJ – Especialista SWAT


Hoy (lunes 31), en La edición del medio día de Telenoticias, un Director Regional del Ministerio de Seguridad Pública (MSP), entre otros importantes aspectos, manifiesta que para él, fue «un indigente» el responsable de los hechos acaecidos el pasado enero 29, a las 19:40 horas por el sector de La Tabla (Desamparados).

Si bien, el buen policía hace referencia a que, el lugar es frecuentado por muchos «Indigentes», hace creer que uno de estos, es el causante de semejante Robo Con Violencia Sobre Las Personas. ¿Será…?

El asalto, a decir verdad, no lo comete una persona; es un equipo de, al menos dos, los que podrían ser señalados como autores de lo que personalmente, puedo calificar como: Un alarmante por atípico y ejemplar asalto criminal vehicular en Costa Rica. Con esto, estoy de acuerdo con el MSP; de momento este es un «hecho aislado».


«Lo que yo creo ahí, eso tiene que haber sido alguna persona indigente que salió y hizo ese asalto» – Randall Picado (Telenoticias)


Es, intempestivamente, que uno de no menos de dos tipos – uno armado con lo que aparenta ser un arma de fuego corta y otro, con una larga – aborda directamente a su objetivo (un vehículo liviano, posiblemente automóvil), amenazando con arma de fuego a sus ocupantes a efecto de despojar a estos de sus pertenencias; objetivo que se supone, desafortunadamente logran.

Mientras tanto ¿Qué hace el otro «Indigente»? No amigo lector, el segundo y no menos importante actor, no se encuentra comiéndose las uñas ni rascándose el ombligo; este temerario delincuente, armado muy probablemente con un arma larga y con capacidades de disparo automático (muy posiblemente del tipo, rifle de asalto, muy famoso en la era soviética), se encuentra de forma activa y propositiva, ofreciendo seguridad al perímetro y con esto, protegiendo a su cómplice.

Así es, me temo que estamos ante un muy particular Modus Operandi (MO), uno que sí, definitivamente, debe hacer sonar las campanas, no solo de nuestros autoridades preventivas de policía; también las del Organismo de Investigación Judicial (OIJ).

Lo que hoy presenciamos, es digno de análisis urgente. A este MO, se le debe «cortar las alas» de inmediato; el resto de delincuentes no deben emular lo que yo resumiría como: Un peligroso paso criminal en Tiquicia.

De ser estos peligrosos y coordinados asaltantes efectivamente, indigentes, habría que «quitarse el sombrero» no ante este tipo de lacras; lo sería ante MSP. Ciertamente, se hace muy difícil cuestionar semejante presunción; en buena teoría, es nuestra Fuerza Pública la que realmente conoce el terreno y quienes le merodean.

Pero ¡Cuidado…! Que este, no es un caso adaptable a ninguno de esos muy trillados guiones encajados para «bajar el perfil» – últimamente muy utilizado – al contrario, se debe recoger migaja por migaja a efecto de trazar ese deseado rastro que, al final del camino, nos muestre a sus animados autores y claro, a su ejemplar pena por descontar.

«Indigente» una palabra que definitivamente, debe ser sometida a prueba, si, a prueba por nuestra Policía Judicial ya que, de ser los ahora policialmente perseguidos, indigentes, serían – al menos para mí – los «necesitados de la calle» más peligrosos dentro del tipo de delito acá bajo cuestión. ¿Podría ser…? En cuanto al crimen se refiere, cualquier cosa puede ser posible a efecto de hacer daño.

Con todo y todo, por el bienestar del costarricense, yo espero que nuestras autoridades sepan leer correctamente este caso y, realmente visualicen su temerario alcance. Su MO no debe repetirse y mucho menos, ser emulado por otros criminales; en Costa Rica, se perdería, definitivamente, la paz.

¡Si, este artículo de opinión, no solo es uno simple y respetuoso; esto es una clara advertencia!

¿Escucharon la ráfaga de lo que fuera, probablemente, un 7,62 mm o algún tipo de subametralladora…? Pues si están conscientes de esa secuencia de disparo, imagínense que hubiera pasado de haber existido algún tipo de resistencia al asalto… ¡Una ejecución pública!