Sindicatos afirman que no les sorprende la decisión de la FAA sobre seguridad aérea. AMPrensa.com
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Por Gustavo Araya

Experto en Turismo


Sabía que una vez iniciados estos artículos empezarían los promotores del aeropuerto a hablar de las virtudes del mismo y que, desde 1974, Daniel Oduber había previsto este lugar para el mismo.

Tanto lo sabía que por eso lo mencioné en el primer artículo. Yo también quiero un país en crecimiento, yo también creo en los grandes proyectos, pero -y más importante- creo que con el dinero ajeno hay que ser muy buen administrador y tener claro cuales “sueños” son viables y cuales se pueden convertir en una pesadilla.

Hay una diferencia importante entre estar en contra de un proyecto y estar a favor de otras soluciones. Yo, particularmente, no estoy en contra del aeropuerto de Orotina per se, tengo claro que desde el punto de vista aeronáutico es una opción viable.  Pero no desde el punto de vista económico y turístico.

Estoy a favor de buscar soluciones más baratas, menos complejas, y sobre todo conociendo la forma en que funciona, no la política, sino la burocracia del país, menos engorrosas.

Como mencioné desde el primer artículo, el aeropuerto Juan Santamaría se encuentra en una fase de operación de cerca del 60%. Atiende en promedio diariamente 146 operaciones en el 2017 vs 141 operaciones que atendió en el 2016.

Igualmente movilizó 71.721 toneladas de Carga en el 2017; sin embargo, en este rubro no ha sido sostenido pues en el 2010 movilizó 80.724 toneladas de carga, lo cual indica que puede seguir creciendo.

Entre los detractores del aeropuerto SJO igualmente han mencionado que el problema es que no se cumple con los requisitos de la OACI (Organización Internacional de Aviación Civil) y la FAA, (Agencia Federal de Aviación de Estados Unidos, por sus siglas en inglés); sin embargo, obvian un hecho muy importante.

Si esos “requisitos” fuera indispensables, ¿cómo opera actualmente ese aeropuerto? La respuesta es sencilla: no son fundamentales. Son recomendaciones que los países pueden apartarse como lo ha hecho Costa Rica.

Por su puesto que todos desearíamos, empezando por los aviadores, un aeropuerto que cumpla al 100% de las sugerencias, pero la realidad es que en Costa Rica no se ha cumplido con un principio básico en turismo: para ser un país maduro debemos al menos recibir la misma cantidad de turistas que de habitantes y estamos a más de dos millones de ello.

En 1985 recibimos 500.000 turistas, o lo que es igual, desde esa fecha hemos crecido un 500%. En 31 años el ritmo ha sido acelerado, pero esto no ha sido óbice para que el aeropuerto SJO haya tenido problemas de operación en la parte privada de ella. (claramente en Migración nos quedamos retrasados en esos 31 años, pero esto no es responsabilidad de los oficiales, sino de las altas jerarquías).

Entonces ¿cuál sería esa lista del niño que tanto ocuparíamos en el aeropuerto del Coco? Las detallo a continuación, aclarando de nuevo que salvo el problema establecido en el primer artículo en el uso de la pista 07, no todos son indispensables ni mucho menos razón para poner en peligro la operación del SJO.

  1. Idealmente el centro de la pista debería ubicada 150 metros al sur. Esto haría que cumpliéramos con lo estipulado por la OACI entre la distancia de la terminal y la pista, pero de nuevo, la realidad es que actualmente opera con la distancia que tiene.
  2. Debería existir una carretera de corretaje en el Sur de la Pista. La razón por la que el famoso Restaurante La Candela se expropió fue por ello. En otras palabras, esto ya será resuelto.
  3. La terminal debería ampliarse al oeste para construir más mangas y terminales. Es por ello que Coopesa debe trasladarse al final de la pista en el extremo sur, pero de nuevo, la burocracia (para no ser mal pensado) se mueve de forma lenta y esto no ha sido posible aún, aunque los planos de la nueva operación de Coopesa ya fueron aprobados.
  4. La distancia de la pista. Algunos han criticado esto y lo han visto como una debilidad, esto a pesar de que ya aterrizaron, Boeing 747, Antonov y hasta el Concorde. Sin embargo, ampliar la pista ochocientos metros es una posibilidad real si de alguna forma se construye un túnel para la autopista General Cañas (como hay miles de aeropuertos en el Mundo) o bien se rellena el costado oeste de la misma.
  5. Las operaciones de aviones de Cuerpo Ancho retrasan otras operaciones en virtud de su tamaño, tanto a la hora de aterrizar y en tierra. De esta debilidad hablamos en el primero artículo. Es tal vez el más complejo de resolver pues implica la construcción de una nueva pista que bien, atraviese la actual o se construya en un ángulo de ella.

Algunos cálculos gruesos sobre el costo de esta remodelación son cercanos a los US$800 millones de dólares, versus los más de US$2.000 millones de dólares que costaría tan solo la primera fase del aeropuerto de Orotina, pues el costo total es US$3.000 millones de dólares solo la termina y pistas, no el resto de la infraestructura requerida para que desde el punto de vista económico tenga sentido, como hospitales, traslado de Recope, traslado de infraestructura de Zonas Francas, etc. que puede ser más de US$4.000 millones de dólares más.

¿Cuántas carreteras, hospitales, casas de bien social, puestos de trabajo podríamos tener con esa diferencia?

Es claro que el aeropuerto de Orotina es un sueño para muchos, pero también es claro que no es una necesidad. En la vida de la administración de bienes ajenos (no de difunto) siempre es importante priorizar, y, dentro de lo que se ha previsto no me encaja como este aeropuerto es una prioridad en estos momentos, sin demerito que es importante prever para un futuro.

No obstante, ese futuro debe ser planificado como lo he venido manifestando en estos artículos. Primero debemos tener una Ruta 27 en al menos 4 carriles, debe estar operando un Hospital Clase A y claramente, se debe tomar en cuenta la oferta hotelera.

En resumen: se debe iniciar por tener las condiciones. No estamos ante aquella gran película del final de los ochenta: “Campos de los Sueños” en el cual una voz le susurraba al protagonista Kevin Costner: “Si lo construyes, el vendrá”, (grave error en el Sector Turístico), creánme, que así no funciona la economía y mucho menos el Turismo, con el riesgo que el dinero que se utilizará es el de TODOS.