Imagen con fines ilustrativos

Redacción – El dinero que usted ahorrará podría ser que tenga que gastarlo en los pagos de las multas si no cuida su forma de estacionar durante los descuentos de locura del famoso Viernes Negro, pues los policías de Tránsito estarán muy alertas ante cualquier infracción que los conductores puedan cometer al salir a la calle a comprar.

El director de la Policía de Tránsito, Germán Marín Sandí, explicó que la Policía de Tránsito ya tiene todo un plan de trabajo para el 23 de noviembre, pero también para el sábado 24 y domingo 25 de noviembre, fechas en las que también se mantendrán muchos descuentos en los comercios.

¿Qué va a vigilar el Tránsito?

  • Estacionamiento indebido.
  • La protección de los peatones.
  • El cumplimiento a la Ley de Tránsito que permita dar la mayor fluidez posible.

“Vamos a redistribuir al personal, algunos suelen estar en puntos donde hay comercios que tendrán descuentos, en otros casos vamos a trasladar personal a lugares que sabemos serán complicados. La idea es evitar acciones como el giro hacia y desde los comercios en zonas donde es ilegal, donde hay doble raya amarilla, el estacionamiento en aceras y zonas con franja amarilla que suele ocurrir cuando el comercio llega a su capacidad máxima de estacionamiento y, ante todo, privilegiar el paso seguro de peatones, muchos de ellos en plan de compras que los hace ser un poco imprudentes en carretera”, explicó Marín.

El jerarca recalcó que, desde el 17 de julio de 2017, los oficiales pueden hacer las multas sin necesidad que esté presente el conductor, por lo que se procederá a hacer la boleta que supera los ¢50 mil, al decomiso de las placas e, incluso, si el vehículo obstruye la cochera o la entrada vehicular a algún negocio, se dispondrá de grúas para su remolque, también si son ubicados a menos de 5 metros de un hidrante, por ejemplo.

Entre enero y octubre, la Policía de Tránsito realizó 35 mil boletas por estacionamiento en contravención a la Ley.

A los peatones, Marín les pide cordura, que crucen en las esquinas y, si van de compras, y llevan niños o niñas, no los pierdan de vista ni los suelten de la mano al cruzar una calle.

«Lamentablemente, los papás salen con los brazos llenos de paquetes y dejan a sus hijos sin supervisión, eso es peligroso, incluso en un parqueo de un comercio», citó Marín.