Foto de Jordan junto a su hermano / usada con autorización de su madre.
  • El desempleo golpea a esta madre y su esposo
  • No estuvo con él en sus últimos días por la pandemia

Redacción- La crisis por la pandemia no solo implica para muchos un golpe duro a su economía, también uno emocional, incluso, más fuerte que el primero.

Stephanie Mesén, vecina de Alajuelita, vivió momentos muy difíciles al ver partir a su hijo Jordan, quien sufría de hidrocefalia y parálisis, en medio de la pandemia.

Un paro respiratorio se lo llevó de este mundo en un contexto difícil para su familia golpeada por el desempleo a raíz del Covid-19.

Su hijo de 11 años vivía con su madre por una orden del Patronato Nacional de la Infancia (PANI) a raíz de su condición médica y psiquiátrica, la cual no permitía que convivieran en una misma casa, ella, Jordan, su esposo y otro bebé de un año de nacido.

«Por su trastorno y que él era muy agresivo, ya por un tema meramente especial y porque yo tengo otro bebé y me lo maltrataba, se le dio a mi madre, yo lo veía antes de la pandemia pero luego de esto ya no pude hacerlo», contó Mesén.

Un grupo de personas se sumó al llamado de ayuda para que Stephanie y su familia pudieran darle sepultura al menor.

Gracias al dinero donado pudieron enterrarlo, pero su realidad económica parece estar lejos de cambiar.

Stephanie y su esposo están sin empleo por motivo de la pandemia. Se mantienen con algunos trabajos que les permiten, por lo menos, comprar lo necesario.

Es por ello que esta madre de familia y su esposo piden ayuda a los costarricenses, de la forma en que puedan hacerlo de acuerdo a sus posibilidades.

Si usted desea ayudarlos, puede contactarlos al número: 6262 9305